Tradición y evolución comparten mesa

l Plaza Pintor Amalio García del Moral. Abre de martes a sábado de 13:00 a 16:00 y de 20:30 a 23:00. Los domingos sólo mediodía. Reservas (de martes a viernes mediodía) en el 626 255 573. Precio medio por persona: 15 euros

Las tapas se siguen escribiendo con tiza en homenaje a las tradicionales tabernas.
Las tapas se siguen escribiendo con tiza en homenaje a las tradicionales tabernas.

21 de octubre 2010 - 01:00

TRADEVO

Pertenece a una nueva generación de chefs dispuestos a aunar en un mismo plato tradición y evolución, los conceptos que sustentan la filosofía y el sabor de su restaurante, Tradevo, que abrió hace apenas cuatro meses en la plaza Pintor Amalio García del Moral. Tras trabajar con los mejores, Gonzalo Jurado regresa a su Sevilla natal para ofrecer "tapas renovadas" fruto del "respeto a los productos de toda la vida y el trabajo bien hecho".

Se formó en la Escuela de Hostelería de Sevilla y en su currículum figuran nombres como El Bulli de Ferrán Adriá, Santi Santamaría o el restaurante del Hospes Hotel Palacio de los Patos Granada. Ha trabajado en Francia, México y Miami y toda esa experiencia la condensa ahora en las tapas de Tradevo, una "gastrotaberna" donde la carta se escribe a tiza y los vinos de autor llenan la bodega de nuevos sabores. Una tendencia ésta a la que se están sumando muchos jóvenes chefs y que está sirviendo para llevar la alta cocina a todos los paladares.

Lleva más de 16 años trabajando entre fogones -muchos de ellos con alguna Estrella Michelín- y su apuesta pasa ahora por "llevar la alta cocina a un público joven". Por eso, sus precios son asequibles (la media es de 15 euros por persona con varias tapas y vinos) y sus propuestas de lo más interesantes. "La gente busca algo diferente pero no todo el mundo puede permitirse lo que cuesta sentarse en un restaurante", dice.

Tapas "de tradición y de evolución" se reparten la pizarra en la que cada semana se introducen dos o tres nuevas tapas. Y es que en el mundo de Tradevo tienen cabida productos de siempre, como los boquerones fritos, que se sirven en un cucurucho metálico, o unas gambas al ajillo que cambian la cazuela de barro por una copa de cóctel. Sardinas, setas y todo tipo de productos vinculados a la cocina más tradicional pero que renacen con la ayuda de "muchas horas de trabajo y una presentación y tratamiento totalmente diferentes".

El objetivo de Tradevo es llegar tanto al público con más poder adquisitivo (entre 50 y 60 años) como a los jóvenes que buscan un sabor diferente fuera de cualquier bar al uso. Llevar a la tapa la calidad y el diseño que normalmente se reserva para los platos es lo que convierte su cocina en un continuo ejercicio de renovación y vanguardia, un estilo que está calando en la ciudad.

La respuesta del público a la forma de entender la cocina de Tradevo no podía haber sido mejor y desde que abrió el pasado mes de junio ya se ha hecho con una clientela fiel que siempre encuentra algo nuevo que probar.

Un "ambiente informal pero con un servicio distinguido" es el que manda en Tradevo, donde hasta la vajilla contribuye a crear una atmósfera diferente a lo que la mayoría de aficionados a la buena mesa está acostumbrado. Una de sus tapas estrella es la hamburguesa de salmón sobre tosta de pan con guacamole y mayonesa de mostaza, un ejemplo de cómo se puede ofrecer una cocina "interesante" dando a los productos de siempre un aspecto totalmente nuevo.

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