"Este acto es el pistoletazo de salida". Así arrancó Mónica Gutiérrez, presidenta de la asociación Nuevo Futuro en Sevilla, el acto de presentación del cartel del Rastrillo 2019. Gutiérrez recordó sonriente que ya queda menos de un mes para que arranque la 33ª edición, que se celebrará del 6 al 9 de febrero en el hotel Melía Lebreros. Una ubicación ya tradicional para el Rastrillo al igual que la Fundación Cajasol lo está siendo para la presentación del cartel.

La Sala Antonio Machado de la fundación bancaria volvió a acoger este acto, en el que fue protagonista la pintora Cristina Ybarra, autora de la imagen del Rastrillo para 2019. Ybarra presentó su obra Dar es recibir, que representa una rosa antigua blanca sobre un fondo de color oro. La artista nacida en Madrid explicó que un viaje a Sudamérica con una amiga la inspiró para concebir esta pintura. "Pinté cinco obras pensando en Nuevo Futuro", reveló Ybarra, que plasmó peonias, camelias o magnolias de la flora virgen de Argentina y Chile. De ese florido repóquer ha elegido esta rosa que se representa sobre una tabla circular de 120 centímetros de diámetro mediante técnica mixta. El color de la flor "simboliza la inocencia y la pureza de los niños", tal como indicó la autora durante la presentación. Y el gesto de dar y recibir una flor encarna "la labor de dar, que es lo que nos llena". Ybarra lleva muchos años siendo voluntaria del Rastrillo y poniendo en práctica lo que ha querido transmitir con su obra.

Mónica Gutiérrez incidió en ese aspecto y reiteró "la satisfacción de tener un cartel hecho por una voluntaria". Al mismo tiempo se congratuló de "lo bien que han quedado las chapas circulares", refiriéndose a los distintivos que año tras año portan los voluntarios del Rastrillos en su pecho. La de este año será la rosa blanca del cartel.

Renovación de las casa de acogida

Mónica Gutiérrez aprovechó la presentación del cartel para informar que el Rastrillo de 2019 servirá para mayormente renovar y mantener los hogares de acogida de Nuevo Futuro. Gutiérrez incidió en la necesidad de tener unas casa de calidada para los niños que tienen bajo su tutela. Así pues, además de para el día a día de esos pequeños, el próximo Rastrillo ayudará a que crezcan en condiciones de calidad.

El Rastrillo mantiene su esencia

La entrada del rey Baltasar en el Rectorado significa que la ciudad pone su foco en el siguiente evento. Ese evento es el Rastrillo, que volverá a repetir lo que les funciona cada año para seguir manteniendo en pie su labor de ayuda a una cuarentena de niños desfavorecidos que tendrán un futuro mejor gracias a Nuevo Futuro. Tiendas, restauración y la tómbola vuelven a ser los principales alicientes para que el hotel nervionense se convierta de nuevo en punto de encuentro durante unos días para miles de personas. Los bares efímeros La Parrala, El tentempié, La Molletería o El Salón de Té servirán, además de comida y bebida, diversión para todos los públicos en sus reuniones improvisadas donde suelen aparecer artistas que regalan su arte por esta buena causa. Todo ello ininterrumpidamente desde las 11:00 hasta las 21:00 del miércoles 6 de febrero al sábado 9 de febrero el Rastrillo vuelve.