¿Conoces los castillos de la Banda Gallega de Sevilla y sabes por qué reciben este nombre?

La provincia de Sevilla está repleta de castillos y edificios que en épocas pasadas funcionaron como verdaderas fortalezas y que en la actualidad son auténticas joyas históricas y arquitectónicas que en muchos casos no solo se pueden visitar, sino que siguen funcionando como espacio de celebraciones, museos e incluso hoteles. La mayoría de estas construcciones tienen más de seis siglos a sus espaldas, muchas de las cuales se levantaron en la época musulmana con el objetivo de defender Al-Ándalus del avance cristiano en la Edad Media.

En la provincia de Sevilla existieron dos líneas defensivas importantes: la Banda Morisca, situada al sur, y la Gallega, al norte. Esta última se estableció como defensa contra ataques desde Portugal, mientras que la Banda Morisca protegía el reino de Granada.

La Banda Gallega de defensa

Los frentes defensivos conocidos como Banda Gallega reciben este norte por recorrer el norte de la provincia, desde La Puebla de los Infantes hasta El Real de la Jara, con el fin de controlar cualquier intento de invasión a esta zona desde el que sería el Reino de Portugal. En este caso se trata de un total de cuatro construcciones que se encuentran en los pueblos de La Puebla de los Infantes, Constantina, Alanís y Real de la Jara.

Castillo de La Puebla de los Infantes

Esta construcción data de mediados del siglo XIV y se encuentra en la parte más elevada de la localidad. Aunque tradicionalmente fue considerado de época musulmana, según los datos del Repartimiento de Sevilla, sería en origen un castillo de tipología cristiana. Sus muros fueron aprovechados como canteras durante la construcción de las viviendas que se levantaron en el municipio entre los siglos XVIII y XIX. De él quedan varios lienzos de muralla y dos torreones y está abierto al público, con un acceso sencillo.

Castillo de Constantina

Esta edificación se encuentra en las primeras estribaciones de Sierra Morena, lo que le confiere una posición privilegiada. Parece ser que erigió sobre un antiguo Castrum romano y sobre, posiblemente, otras estructuras militares que se construyeron aprovechando el dominio que el cerro en el que se ubica tiene sobre el Valle de la Osa.

El conjunto se articula en torno a un gran patio de armas y un aljibe de grandes dimensiones que aseguraba el suministro de agua a la guarnición militar. La entrada estaba protegida por la torre del homenaje, que servía de seguridad a la entrada que da acceso a la plaza de armas. El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.

Castillo de Alanís

De origen árabe, este castillo fue reestructurado en el siglo XIV y atacado por los franceses durante la ocupación napoleónica. Cuenta una leyenda que el castillo está encantado, lo que lo hace aún más misterioso y atractivo, puesto que se cuenta que por sus almenas y pasadizos se pasea la joven morisca Acsia. El interior de este castillo es diáfano, pero tanto sus muros como sus torreones se conservan en muy buen estado, lo que permite que de vez en cuando tengan lugar algunas actividades culturales dentro de él, como es el caso de as famosas jornadas medievales de esta localidad.

Castillo de El Real de la Jara

En el extremo noroeste de la provincia de Sevilla se halla la fortaleza de El Real de la Jara, en un lugar elevado que le ofrece una visión privilegiada de los alrededores del mismo. Fue construido bajo la autorización del rey Sancho IV al consejo hispalense el 4 de noviembre de 1294 con el fin de reforzar las fronteras ante la amenaza del vecino reino de Portugal y de las órdenes de Santiago y el Temple.

Este cuenta con un total de dos torres y hasta ocho puertas, habiendo sido reconstruida la principal, la torre del homenaje. Actualmente, se ha procedido a la puesta en valor y adecuación del Patio de Armas del Castillo. En sus inmediaciones tienen lugar varios eventos al año que son conocidos en toda la región, como el festival de música electrónica Noon.