Qué son las catrinas mexicanas y cómo disfrazarse de este personaje vinculado a la muerte

Halloween

La Catrina fue creada en 1912 por el caricaturista mexicano José Guadalupe Posada como personaje sarcástico y de crítica social

Las catrinas anticipan Halloween en Sevilla

Exposición Mexicráneos
Exposición Mexicráneos / José Angel García
C.D.

07 de octubre 2022 - 11:12

Una veintena de calaveras multicolores llaman la atención estos días en el Paseo Alcalde Marqués del Contadero de Sevilla como preludio a la fiesta de Halloween. Todas ellas forman parte de la muestra itinerante de arte urbano MexicráneosMexicráneos, impulsada por Grupo Albia y coorganizada con el Ayuntamiento de Sevilla, a través de Sevilla City Office. Esta llamativa serie de catrinas, decoradas por artistas emergentes y otros de reconocido prestigio, se podrán ver en Sevilla hasta el 22 de agosto. Pero, ¿qué son exactamente las catrinas mexicanas?

Cada vez son más las personas, especialmente en Halloween, que se maquillan la cara y se dibujan una calavera con el contorno de los ojos coloreados, se ponen grandes flores en la cabeza y se visten con tejidos típicos mexicanos. En definitiva, se disfrazan de La Catrina, un popular personaje mexicano relacionado con la muerte.

La Catrina, originalmente llamada La Calavera Garbancera, es uno de los símbolos que más representa a México en las festividades del día de Muertos. Tiene su origen en el año 1912, y fue creada por el grabador y caricaturista mexicano José Guadalupe Posada con el fin de burlarse de las clases sociales de la época. En aquellos años, las imágenes de esqueletos y calaveras eran una forma común de denuncia y de crítica social en las publicaciones de la época. La versión original de la Catrina es un grabado en metal y el nombre de la Garbancera hace referencia a las personas que, teniendo sangre indígena pretendían ser europeos y renegaban de su propia raza, herencia y cultura.

Fue Diego Rivera quien bautizó a este personaje como la Catrina y le dio su atuendo característico, con su estola de plumas, al plasmarla en su mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947), donde la calavera aparece con su creador, José Guadalupe Posada y una versión infantil de Rivera con Frida Kahlo. En esa época, se denominaba catrines a los burgueses y aristócratas que llamaban la atención por su elegancia y estilo europeo.

La Catrina ha pasado a ser uno de los iconos mexicanos más populares. Con los años, este personaje se ha convertido en un símbolo de mestizaje y de espiritualidad del país, especialmente en Aguascalientes, donde esta imagen es muy querida.

El simbolismo detrás de la Catrina es el de la muerte, porque, como ya dijo José Guadalupe Posada, según apuntan varios investigadores, "la muerte es democrática, ya que, a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".

Cómo disfrazarse de La Catrina

Para disfrazarse como una catrina es necesario vestirse de forma elegante o formal. Originariamente, el vestido de la catrina era negro y largo, y llevaba un volante al final. En la cabeza, uno puede llevar varias flores grandes y de diferentes colores o un sombrero adornado con plumas, flores o piedras. Otras prendas características son una estola, guantes y zapatos de tacón.

El maquillaje es más importante aún que el atuendo. Para conseguir el efecto deseado, lo primero es aplicarse en la cara una base de maquillaje muy clara o directamente blanca. También se puede utilizar pintura especial para la cara blanca.

Luego, con un delineador negro, se dibuja un gran círculo negro en cada ojo, y hay que difuminarlo hasta que el negro cubra todo el círculo dibujado. También se puede rellenar el círculo con alguna sombra de ojo de color.

A continuación, con un lápiz negro o delineador, uno se puede pintar un corazón invertido en la punta de la nariz y rellenarlo de color negro. Y con el mismo lápiz, se puede pintar dos líneas que salgan desde las comisura de los labios y, sobre ella, colocar, varias líneas cortas verticales.

Para finalizar, se pueden añadir algunos detalles de color o pegar pequeñas piedras alrededor de los círculos de los ojos o en cualquier parte de la cara.

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