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Black cinema matters: imágenes antirracistas

  • Plataformas como Filmin o Criterion se suman a la oleada de manifestaciones antirracistas tras el asesinato de George Floyd con ciclos dedicados a la experiencia afroamericana. En HBO, 'La innegable verdad' desdobla a Mark Ruffalo en un melodrama familiar desaforado. 

Una imagen de 'Detroit' (2017), de Kathryn Bigelow, disponible en el ciclo 'Racismo en USA' de Filmin.

Una imagen de 'Detroit' (2017), de Kathryn Bigelow, disponible en el ciclo 'Racismo en USA' de Filmin.

Anda la muchachada digital muy comprometida con la causa antirracista norteamericana, en la que se antoja enésima moda solidaria de temporada que busca lejos lo que no se atisba a identificar o reconocer ante el espejo o a la vuelta de la esquina. Lemas, banderas, camisetas o manifestaciones que, en nombre de George Floyd, el ciudadano negro asesinado por la policía de Minneapolis el pasado 25 de mayo, reviven viejas batallas contra el gen racista y el supremacismo blanco norteamericanos desde todos los rincones del planeta y, de paso, alientan ese espejismo de pulso al poder encarnado en un Donald Trump cuya (auto)caricatura parece crecer de manera proporcional a sus posibilidades de repetir victoria en las próximas elecciones a la Casa Blanca, así de tozuda suele ser a veces la realidad vista con desapasionamiento.

Un compromiso antirracista que llega también al ámbito cinematográfico con gestos ridículos como la retirada de Lo que el viento se llevó del catálogo de HBO por parte de Warner o la publicación de artículos igualmente risibles como el que aparecía en la revista Cinemanía con el título Películas que no sabías que eran racistas, un texto que nos alerta y nos regaña por haber visto, sin saberlo, pobres de nosotros, películas con mensaje xenófobo, y que también nos educa, en aras de esa corrección política ambiental, para ser mejores y más saneados espectadores blancos para con las causas de las minorías.

Un compromiso del que se hace eco coyunturalmente una plataforma como Filmin, que desde la pasada semana ha habilitado un canal específico dedicado a películas que han tratado el asunto del racismo en Estados Unidos como forma de denuncia histórica y compromiso civil y político. Ahí pueden encontrar títulos recientes como Detroit, de Kathryn Bigelow, Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino, Selma, de Ava du Vernay, o Doce años de esclavitud, de Steve McQueen, junto a clásicos como La clave de la cuestión (1962) y En el calor de la noche (1967), ambos protagonizados por Sidney Poitier, Fuego en las calles (1962), El hombre del clan (1974), Arde Mississippi (1988), dos títulos clave de Spike Lee como Haz lo que debas (1989) y Clockers (1995), la particular visión extranjera de Lars Von Trier en Manderlay (2005), o un puñado de extraordinarios documentales entre los que destacan Punishment Park (1971), de Peter Watkins, The Black Power Mixtape (2011), de Göran Olsson, o el aclamado I am not your negro (2016), de Raoul Peck, sobre el activista y escritor afroamericano James Baldwin.       

Un canal tan serio y riguroso como Criterion se suma también a la oleada de gestos desde el ámbito cultural y, además de una generosa contribución económica a instituciones que luchan por la causa antirracista, deja en abierto en su canal online algunos títulos esenciales de la historia del cine afroamericano, entre ellos los de directores pioneros como Oscar Micheaux (Body and Soul), clásicos de Maya Angelou (Down in the Delta), Kathleen Collins (Losing Ground), Cheryl Dunye (The Watermelon Woman), Charles Burnett (My Brother’s Wedding) y Julie Dash (Daughters of the dust), cintas contemporáneas de Khalik Allah (Black Mother) o Leilah Weinraub (Shakedown), y retratos documentales sobre la experiencia negra como A Poem is a Naked Person, de Les Blank, o Portrait of Jason, de Shirley Clarke.

Una imagen de 'Bless their little hearts' (1984), la obra maestra de Billy Woodberry. Una imagen de 'Bless their little hearts' (1984), la obra maestra de Billy Woodberry.

Una imagen de 'Bless their little hearts' (1984), la obra maestra de Billy Woodberry.

Antes de que el fenómeno se diluya por la llegada de cualquier otra causa justa, la ocasión podría valer también para que el espectador inquieto y verdaderamente interesado por la cultura y la cinematografía afroamericanas recuperara algunas de sus joyas históricas a través de dos extraordinarios volúmenes antológicos, Pioneers of African-American cinema (Kino Lorber) y L.A. Rebellion: Creating a New Black Cinema (1971-2006) (UCLA), que reúnen en copias restauradas y en ediciones críticas los mejores trabajos de cineastas afroamericanos desde la era muda hasta el esplendor político y estético de la producción independiente surgida en los años 70 en Los Ángeles, y de cuyo entorno se ha editado también recientemente (en el sello Milestone) esa desgarradora obra maestra de Billy Woodberry que es Bless their little hearts (1984).  

Melodrama sin complejos

A falta de un episodio para su conclusión, la mini-serie de HBO I know this much is true, traducida aquí como La innegable verdad, va camino de hacerle justicia de sobra a su título con una de las acumulaciones de desgracias más notorias que recordamos en una ficción reciente. Hasta el propio protagonista, interpretado por Mark Ruffalo, se lo pregunta en voz alta en el episodio 5: ¿es posible que le pasen tantos infortunios a una misma familia a lo largo de los años? De hecho, este episodio ahonda precisamente en los orígenes sicilianos e inmigrantes de un clan marcado por una ‘maldición’ que determinará el destino de dos hermanos gemelos, uno de ellos esquizofrénico, unidos y separados en este periplo por los senderos de la (mala) conciencia, los amores truncados, el (mal) funcionamiento de las instituciones públicas y, sobre todo, ese vínculo afectivo primario y esencial a prueba de amputaciones, delirios, internamientos, abusos, accidentes, muertes, separaciones, recuerdos dolorosos y revelaciones insospechadas.

Basada en el best seller de Wally Lamb y dirigida con descarnado realismo y narrativa zigzagueante por Derek Cianfrance (Blue Valentine), I know this much is true contiene en sus momentos íntimos, en sus escenas de a dos, en sus pulidos diálogos, en la creación de buenos personajes y en el tono de sus interpretaciones (véanse, además del tour de force de Ruffalo, los que ejecutan una extraordinaria Rosie O’Donnel, Archie Panjabi o Juliette Lewis), lo más destacable y auténtico, emocionante por momentos, de un formato con una irrefrenable tendencia a no atenuar esa sobrecarga melodramática de su trama que la sitúa en los límites del folletín inverosímil. Aunque puede que la vida, a veces, supere a la ficción más desaforada.

Trailer 'La innegable verdad', en HBO España.