Un cortometraje sin horizontes
Carmen Quijada busca financiación para su proyecto audiovisual en el 'crowdfunding'
La historia de Carmen Quijada es un ejemplo de superación y de cómo salir adelante. Licenciada en Filología y profesora en un instituto, la vida le dio un revés que la dejó en silla de ruedas. Convirtió el contratiempo en oportunidad al empezar a dedicarse a su pasión. Estudió guión en el teatro Viento Sur y luego cine en una escuela de Barcelona. Hoy es directora y se apoya en el crowdfunding para realizar su primer cortometraje fuera del mundo académico. La pieza trata un tema de actualidad, los desahucios, "no quería verlo sólo desde fuera. Para documentarme estuve con varias asociaciones de Sevilla que auxilian a personas sin hogar y vi que hay mucha solidaridad, que siempre hay alguien que tiende una mano".
Su proyecto, que tendrá por nombre Propiedad privada, cuenta la historia de María, una señora que vive con su nieto Carlos en una casa que ya no pueden pagar en el barrio de Triana. Simón, el dueño, es un hombre solitario que quiere recuperar su propiedad. Éste comienza a vigilar y apuntar los movimientos de los familiares con el plan de cerrar la casa con un candado cuando esté vacía.
Para poder realizar este corto, Carmen Quijada ha publicado el trailer en una página de crowdfunding. Esto es una forma de micro mecenazgo que permite la financiación de un proyecto a partir de pequeñas donaciones particulares. "En este sistema cabe todo el mundo. Es maravilloso la de manos que estoy recibiendo por todas partes". El método funciona publicando la idea en la web, ya sea un libro, un disco o un invento, junto con el presupuesto necesario para llevarla a cabo y se dispone de un periodo de 40 días para conseguir el dinero. Ella misma ha colaborado en algunos proyectos de creadores que no conocía, con más o menos éxito. "Otra cosa muy bonita es que la gente siente las cosas como suyas, a mí me está gustando mucho la experiencia. Estoy convencida de que va a salir y mientras tanto hay que ponerle todo el corazón y todas las ganas".
La directora lamenta que, a su juicio, no se apoye más a la cultura actualmente. En su opinión es parte de la educación y no debe ser exclusiva del tiempo libre. "Cuando nos demos cuenta de eso, todo cambiará, hasta entonces toca salir adelante mediante mecenas privados, como se está haciendo ahora". Su fecha límite para conseguir financiación es el próximo sábado y empezarán a grabar después de verano. Para abrir el apetito ha colgado un tráiler en la web: "Lo hemos dejado en el punto álgido para que la gente quiera verlo continuar". Para complementar su cortometraje de ficción, le gustaría continuar con una parte documental que recoja el making off, con entrevistas a personas que han sido afectadas por los desahucios, para que puedan dar su testimonio.
También ha fundado una productora propia con la ayuda de su hermano pequeño y algunos amigos. El nombre es Qunta,una manera familiar de llamar a las tortugas, su animal preferido, entre otras cosas porque no saben andar hacia atrás.
Por ahora van poco a poco, pero la directora ya tiene algunos proyectos. Su idea, lo que la empujó a dirigir, fue llegar algún día a contar su propia historia: "Hay muchas películas de discapacitados y todas están vistas desde fuera. Yo lo digo y parece que estoy loca, pero es verdad, soy más feliz ahora".
Pero todavía queda camino por recorrer. Ahora quiere vivir el día a día. Y lo primero es Propiedad Privada. "Me han felicitado por tener tantos mecenas, hoy eso es lo mejor, mañana será haber trabajado con los actores y lo siguiente la fiesta de fin de rodaje, cada día es la mejor noticia".
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