Gratificante, pero también traicionera. "La montaña transmite tranquilidad y seguridad". En ella aprendes lo que es "el compañerismo y a confiar en otras personas". La profesionalidad y la experiencia son imprescindibles cuando ésta se enfurece. Respeto, pero no miedo. Cada cumbre es un reto. Así, con el fin de acercar la naturaleza a todo tipo de públicos, practicar de forma segura los diferentes deportes de montaña y fomentar su divulgación, hace doce años, cinco amigos crearon el Club de Montaña Sevillano Pachilofeos.

Barranquismo, montañismo, senderismo, alpinismo, espeleología y escalada son las principales disciplinas que practica este club -que debe su nombre a la unión de las primeras letras de los nombres de sus cinco fundadores-, actualmente con una plantilla fija de doce personas. "Lo que nos caracteriza de otros grupos es nuestra filosofía. Nosotros no competimos de forma individual. Somos un equipo y no abandonamos a nadie en la montaña. O llegamos a la cima todos o no llegamos ninguno", comenta Óscar Bielsa, uno de los integrantes e impulsores del club.

El último reto de los Pachilofeos fue el pasado 28 de febrero, cuando, bajo el título Andalucimas, coronaron de forma simultánea los picos más alto de cada provincia andaluza, ocho en total.

Tanto Óscar Bielsa como su compañero Francisco Carrillo consideran que los medios de comunicación prestan escasa atención a los deportes de montaña, a pesar de que son varios los españoles que destacan en este campo a nivel internacional. "Juanito Oiarzabal es el hombre que más ochomiles ha subido, 25 en total; Carlos Soria, de 75 años, está inmerso en el reto de ser la persona de más edad en alcanzar la cumbre de las 14 montañas más altas del mundo; y Edurne Pasaban consiguió su contrato con TVE después de haber subido ya seis ochomiles", resalta Carrillo.

En su propósito por divulgar este tipo de deportes y el respeto hacia el medio ambiente, el club Pachilofeos organiza actividades abiertas al público familiar de senderismo, así como un campamento para niños de un fin de semana en el Parque Miraflores, donde existen instalaciones específicas como cabañas y una zona de talleres.

Pero sus dos principales iniciativas altruistas son la Jornada de Educación Medioambiental y el Programa Horizonte de Ilusión. La primera de ellas, que cuenta con la colaboración de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, consiste en la puesta en marcha de talleres relacionados con la reforestación, la limpieza de las riberas, recogida de escombros en el campo, la creación de espantapájaros y otras actividades vinculadas a la naturaleza. "Todas las actividades son gratuitas. Podemos llevarlas a cabo gracias a las ayudas que recibimos de la Administración Pública. A veces resulta poco, pero sabemos que no nos pueden dar más", explica Óscar Bielsa.

La segunda de estas iniciativas, Horizonte de Ilusión, va dirigida a personas con discapacidades físicas y psíquicas. "El fin es llevar a estas personas al campo, incluso, si es posible, subir alguna montaña", comenta Francisco Carrillo. El año pasado, un grupo de jóvenes de Asesubpro (Asociación Sevillana de Protectores de Personas con Retraso Mental Gravemente Afectadas) "con una discapacidad superior al 85%", según Óscar Bielsa, participaron en una salida al Torcal de Antequera, que organizó el club Pachilofeos. "En estos casos, la organización es máxima. Fue un cuidador por cada niño, además de un fisioterapeuta, un enfermero y voluntarios de Protección Civil", continúa Francisco Carrillo. "Ésta no es sólo una excursión para disfrute de las personas discapacitadas, sino también para que los cuidadores, que realizan una labor muy importante, lo pasen bien y se relajen por un día".

A finales de abril se desarrollará la segunda edición de este programa. En esta ocasión, el club colaborará con una asociación de Castilleja de la Cuesta y la actividad consistirá en subir una cumbre de 1.300 metros de la Sierra de Grazalema. La montaña al alcance de todos.