Día Internacional de los Monumentos y Sitios: estos son los que no puedes perderte si vienes a Sevilla
En la hispalense hay algunos monumentos que merece la pena visitar durante una visita a la ciudad
El impresionante castillo medieval a menos de una hora de Sevilla que protegía un manantial

Sevilla cuenta con numerosos monumentos emblemáticos que están en las listas de los más conocidos y singulares de toda España. Algunos de ellos se levantaron en épocas en las que en la ciudad convivían las tres religiones: cristiana, musulmana y judía. Otros forman parte de la historia más actual (siglos XX y XXI), pero no por ello han significado menos para ser una seña de identidad en la hispalense.
Desde las Setas de la Encarnación hasta construcciones como la Giralda, son muchos los lugares y rincones que esconde la ciudad y que, cada año, reciben a miles de turistas y viajeros atraídos por la cultura, la arquitectura y el pasado de este lugar. Pero, ¿cuáles son esos monumentos que hay que visitar sí o sí durante una excursión por Sevilla?
En el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una iniciativa del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), aprobada por la Asamblea General de la Unesco en 1983 y que tiene el fin de promover la toma de conciencia acerca de la diversidad del patrimonio cultural de la humanidad, de su vulnerabilidad y de los esfuerzos que se requieren para su protección y conservación, desde Vivir en Sevilla te hablamos de aquellos espacios de la capital que todo el mundo debería visitar, al menos, una vez en la vida:
Catedral de Sevilla y Giralda
La Catedral de Sevilla es, posiblemente, el monumento más famoso de la ciudad. Es la catedral gótica más grande del mundo y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987, junto a los Reales Alcázares y el Archivo de Indias. Durante su visita también se puede subir a la Giralda, el alminar que forma parte de la Catedral de Sevilla y que se ha convertido en la torre más distintitiva de Sevilla. Se comenzó a construir en el año 1184 y desde su parte más alta se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.
Reales Alcázares de Sevilla
El Alcázar es, junto a la Catedral de Sevilla, otro de los monumentos emblemáticos de la ciudad que merece la pena visitar, especialmente en primavera, ya que cuenta con unos jardines de grandes dimensiones que se llenan de aromas y colores durante esta época del año. Cuentan, también, con la zona de palacio en la que se puede apreciar la arquitectura de estilo andalusí, con espacios similares a los de la Alhambra de Granada, ya que la construyeron albañiles que participaron en ambas construcciones.
Casa de Pilatos
Aunque pase algo desapercibida, la Casa de Pilatos es un palacio de gran belleza arquitectónica que se encuentra en pleno centro de la ciudad y que también se ha convertido en uno de los monumentos conocidos de la ciudad. El palacio se empezó a construir en el año 1483 por iniciativa de Pedro Enríquez de Quiñones y su esposa Catalina de Ribera, fundadores de la Casa de Alcalá. Declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España, la Casa Pilatos es el palacio sevillano privado más grande de Andalucía y se considera el mejor edificio nobiliario de la región, siendo un gran ejemplo de la arquitectura sevillana del siglo XVI. Ha sido el escenario de cuatro producciones de Hollywood: Lawrence de Arabia, 1942: La conquista del paraíso, El reino de los cielos y Noche y Día. También ha aparecido en producciones nacionales como El caballero Don Quijote.
Plaza de España
Diseñada por el famoso arquitecto Aníbal González, en el marco de la Exposición Iberoamericana de 1929, esta plaza de gran belleza y forma semielíptica, representa el abrazo que España le daba a América y sus pueblos. Cuenta con un total de 48 blancos de azulejo que representan a las provincias españolas que había entonces (Sevilla no aparece representada). En la plaza hay, además, un canal que se puede navegar en las barcas que hay para ello en su entrada. El acceso a la plaza es completamente gratuito durante las horas de luz, ya que por la noche se cierra para evitar actos vandálicos.
Parque de María Luisa
Unido a la Plaza de España se encuentra el Parque de María Luisa, uno de los pulmones verdes de la ciudad. Este fue cedido por María Luisa Fernanda de Borbón, quien había adquirido la zona para tener un recinto ajardinado contiguo al palacio de San Telmo, en el que residía junto al duque de Montpensier. En la actualidad el de María Luisa es el parque más emblemático y bello de Sevilla. En su interior, además de varias zonas ajardinadas dedicadas a literatos y algunos estanques, se encuentran el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo Arqueológico de Sevilla.
Barrio de Santa Cruz
El barrio de Santa Cruz formaba parte, junto al de San Bartolomé, de la antigua judería sevillana. Sus callejones blancos, sus balcones y patios repletos de flores de todos los colores y las plazas presididas, algunas de ellas, por fuentes, dotan a esta zona de Sevilla de una magia y una belleza inigualables. Lo ideal es adentrarse en él y perderse entre sus calles, ya que al ser tortuosas hacen que incluso los lugareños se desorienten en ellas, lo que lleva inevitablemente a lugares recónditos que no están al alcance de todo el mundo.
Torre del Oro
La Torre del Oro, ubicada junto al río Guadalquivir, es una torre defensiva del siglo XIII desde la que se extendía una gruesa cadena hasta la otra orilla del río, para así cortar el paso a los buques enemigos. Se trata de una torre albarrana de 36 metros de altura que se unía a la Torre de la Plata y al Alcázar mediante unos lienzos de muralla. En su interior hay un museo naval, pero el simple hecho de pasear por los alrededores ya merece la pena.
Barrio de Triana
El barrio de Triana es uno de los lugares de la ciudad con más seña propia. Situado a orillas del Guadalquivir, en el extremo oeste de la ciudad, Triana tiene una historia milenaria que se respira al caminar por sus calles.
Sus orígenes se remontan a la era tartésica, siendo los almohades quienes construyeron el primer puente que lo unía con la ciudad, un puente de barcas situado donde hoy se encuentra el famoso Puente de Triana. En los siglos XV y XVI, Triana tuvo presencia en aquellas expediciones marítimas que aspiraban a conocer nuevos mundos. Esta zona de Sevilla ha sido, tradicionalmente, un barrio de marineros, obreros, alfareros e industriales, aunque también de gitanos y gitanas y, por tanto, cuna del flamenco en la hispalense.
Setas de la Encarnación
Las Setas de la Encarnación, o Metropol Parasol, que es su nombre real, es una estructura de madera ubicada en el centro de la ciudad, en la plaza de la Encarnación, de grandes dimensiones y a cuyo mirador se puede acceder para disfrutar de las vistas de toda la ciudad. Esra construcción ha sido muy polémica por el impacto visual que genera así como por el gasto que supuso levantarla, pero con el paso de los años se ha convertido en uno de los lugares más reconocibles y emblemáticos de Sevilla.
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