Día del Libro: cinco obras de la poeta sevillana Julia Uceda, nacida hace 100 años

Hoy, como cada 23 de abril, se celebra el Día del Libro, una conmemoración internacional que tiene como objetivo el fomento de la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Se empezó a celebrar en el año 1988 después de que la UNESCO promoviera este día y pasados unos años, concretamente en 2010, esta efeméride ya se habría extendido a más de cien países.

Durante esta jornada, en algunos lugares de España como Cataluña es costumbre regalar un libro y una rosa, mientras que en otros lugares es común ver cómo algunas librerías lanzan ofertas especiales durante este día para fomentar la venta de obras. En las redes sociales, por au parte, es fácil toparse con multitud de recomendaciones de novelas, ensayos, libros de poesía e incluso cómics en relación al Día del Libro. Puesto que este año, 2025, hace cien años del nacimiento de tres grandes escritoras españolas (Carmen martín Gaite, Ana María Matute y Julia Uceda), desde Vivir en Sevilla hemos querido aprovechar que esta última es sevillana para hablar de cinco de sus obras más importantes para quienes aún no sepan qué comprar o regalar este 23 de abril.

Julia Uceda nació en Sevilla en octubre de 1925, hace ahora casi 100 años. Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Hispalense, donde ejerció la enseñanza durante algunos años. Allí también se doctoró con una tesis sobre el poeta José Luis Hidalgo. Fue catedrática en Michigan State University desde 1965 hasta 1973, donde vivió y ejerció como profesora. Después de regresar a España por un tiempo breve, volvió a marcharse, en esta ocasión a Irlanda, hasta el año 1976. Este año Uceda decidió trasladar su residencia a Galicia, concretamente a Ferrol, donde pasó los últimos años de su vida hasta su fallecimiento en 2024. A pesar de la labor crítica de Julia Uceda y de su aportación a la Literatura española, su figura como poeta ha quedado profundamente invisibilizada en el transcurrir de los años.

En el viento, hacia el mar

Con esta obra Julia Uceda sería la primera mujer en democracia que recibiría el Premio Nacional de Poesía en el año 2003. En el viento, hacia el mar recoge toda la obra poética de Julia Uceda, en la que la autora persiguió siempre la simbiosis entre filosofía y poesía, fruto de sus estudios académicos en Filosofía y Letras.

Poemas de Cherry Lane

Poemas de Cherry Lane fue una obra publicada en el año 1968, pero escrito en 1966. Julia Uceda escribe esta obra cuando llega a Estados Unidos, lugar en el que residió siete años como profesora en la Universidad de Michigan. Sus poemas reflejan la ruptura ideológica, profesional y amorosa que supuso su distanciamiento de España.

Es un poemario trascendental en la trayectoria de la poeta sevillana por constituir una auténtica teoría del conocimiento en el que cada poema se construye como un proceso de indagación donde se funden vida, transformación y muerte con un lenguaje sugerente que se abre a lo onírico y donde lo natural, el misterio, el silencio y las voces entablan diálogos que buscan respuestas en las aristas de los versos de cada poema.

Zona desconocida

Con esta obra Julia Uceda haría con el Premio Nacional de Crítica 2007. Se trata de una obra que está a camino entre la metafísica y la historia y en la que la voz de la poeta no se reduce al ensimismamiento narcisista ni se diluye en la sentimentalidad colectiva. En una creación de gran calidad que marca la culminación de su poesía al allegar todos los elementos de su obra anterior y darle una nueva visión más novedosa. Este último libro de poemas de Julia Uceda marca un hito fundamental en la trayectoria de la autora.

Escritos en la corteza de los árboles

Escritos en la corteza de los árboles es un poemario que explora los orígenes del lenguaje y los recuerdos de un tiempo situado más allá de la Historia. Los poemas que aparecen en este libro recrean ecos del pasado profundo, una vida ya vivida, pero remota, que se remonta a los comienzos del habla, cuando el lenguaje aún no estaba codificado. Julia Uceda recorre el camino que fue necesario para poseer un idioma (el paso de los ruidos oscuros a los sonidos con sentido y armonía) e imagina una escritura anterior a la propia escritura.

Luz sobre un friso

En esta obra Uceda aborda historias de un tiempo perdido, destiladas de relatos familiares y de la memoria recobrada. Los cuentos que agrupa Luz sobre un friso desprenden a la vez el aroma del pasado fantasmal y la presencia de una mágica alucinación. La locura y las obsesiones son, junto con la culpa, el arrepentimiento o el ansia de libertad y plenitud, los materiales que Julia Uceda moldea con su peculiar estilo: lírico, crítico pero fresco, pleno de humor y piedad. Así ocurre en el relato que da título al conjunto, que nos presenta toda una serie de personajes dignos de compasión, sacrificados a unos valores que el tiempo reveló falsos, vidas perdidas en su inocencia, ahogadas por el peso del destino, la tradición o una errónea educación sentimental.