jardín botánico dunas del odiel

Un espacio para la biodiversidad

  • Un rincón natural alberga varias especies de interés y bajo amenaza como la camarina

A poco más de 15 kilómetros del centro de la ciudad de Huelva, y a tan sólo cinco minutos de Mazagón, el jardín botánico Dunas del Odiel es un lugar recomendado para quienes deseen desconectar del mundo por unos minutos, disfrutar de la naturaleza o tal vez complementar con esta opción el turismo de sol y playa en estas largas jornadas estivales.

Ubicado en el kilómetro 13,7 de la carretera N-442, junto al puerto exterior de Huelva, en este jardín se representa la flora y la vegetación características del litoral atlántico andaluz, concretamente de los sectores biogeográficos gaditano-onubense y algarviense, es decir, del espacio comprendido entre la desembocadura del río Guadiana, en Ayamonte, hasta los acantilados de Barbate, en la provincia de Cádiz.

Desde su inauguración en 2007 no ha parado de crecer, puesto que es un jardín en construcción donde actualmente se pueden admirar más de 30.000 ejemplares de unas 85 especies arbóreas y arbustivas, muchas de ellas presentes solamente en Andalucía.

Su visita no está sólo recomendada para los amantes de la naturaleza, pues aquellos que no tengan amplios conocimientos sobre el mundo de la botánica encontrarán la señalización de las distintas plantas, al estar identificadas con placas con su nombre común en castellano y el científico, en latín, junto a la familia botánica, distribución geográfica y grado de amenaza.

El recorrido comienza en el centro de recepción, pudiéndose realizar tres itinerarios, que serán complementados con otros en el futuro. El sendero que tomamos tiene 1.500 metros de longitud. Tras abandonar el huerto, donde se cultivan frutales, un puente sobre un arroyo nos lleva de la vegetación de ribera, con sauces, zarzas y fresnos, hasta la laguna de agua dulce, donde se encuentran plantas acuáticas. Desde allí se puede pasar a la zona de turberas y bordes de turbera, con especies como el espinar o el tarajal, llegando a continuación a otra laguna, con una zona de juncales y de marisma de agua salada, con vegetación propia de caños y salinas. Esta laguna está rodeada también por vegetación propia de los sistemas de dunas, corrales y acantilados costeros. Se ven representadas, por ejemplo, especies como el cardo marino, así como otras protegidas como las camarinas o los enebrales.

Tras pasar por otro lago con juncales se accede a un espacio de monte negro y brezal atlántico, siguiendo el sendero hacia un nuevo ambiente, la zona de las arenas estabilizadas, compuesta por sabinar, lentiscar, monte blanco y retamar, con especies como el jaguarzo. Antes de salir, el visitante accede a la zona de alcornocales, para más tarde volver al punto de partida, después de atravesar nuevamente una zona de vegetación de ribera.

Durante el año se organizan varias actividades, como visitas de escolares. El viernes 21 de julio, por ejemplo, tuvo lugar la actividad Atardeceres en el jardín, con la visita guiada y la actuación de Matumena (Pablo Morales). Si no se tuvo la oportunidad de asistir en esa ocasión, el horario del jardín botánico en verano, desde junio a septiembre, es de 9:00 a 15:00, mientras que a partir de octubre es de 10:00 a 16:00. Los lunes permanece siempre cerrado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios