Diego Cerero Molina es un joven talento de la pintura (Valverde del Camino, Huelva-1987) que pronto ha demostrado su maestría con el pincel. Buena ha sido la acogida de su obra a nivel internacional, participando en numerosas ferias y exposiciones colectivas en países como Francia, Italia, Líbano o Turquía. Una trayectoria que arrancó en su Valverde natal en 2010 con la exposición individual Identidades Metafóricas y que evolucionó también a lo largo del territorio nacional exponiendo de forma individual en espacios como el Museo de Huelva, con Atención: pintura fresca. También de forma individual ha expuesto este año en la Galería Pictrix Gallery, en Lausana (Suiza) con la muestra Solo en una habitación. Y para cerrar 2021 y abrir 2022 ha escogido la Galería sevillana Zunino, donde exhibe su nueva serie Romper en caso de emergencia.
En la Galería Zunino pueden verse los últimos trabajos del artista. Retratos en mediano y gran formato cargados de crítica social. "Personajes grotescos en situaciones grotescas para esta crítica a la sociedad actual que Cerero abordará valiéndose de dos ingredientes más: por un lado, la naturaleza: animales y plantas que se apoderan del espacio y de los personajes, avisándoles de las catástrofes que se nos vienen..., mientras ellos se muestran inmutables...; y, por otro, y al más puro estilo de los artistas de las vanguardias clásicas y del postmodernismo: a golpe de ironía", describe Victoria Arribas en el texto curatorial escrito sobre la exposición.
En la exposición, continúa Arribas, se "muestran dos caras": la externa, la divertida, "la chica que sujeta un flexo como si fuera un bebé, la de la vaca gritando a un señor que porta tecnología obsoleta, la planta que parece querer devorar al retratado...", y la interna, la que nos hace recapacitar sobre lo visto y sobre el mundo que estamos creando.

Figura con injerto de rosal. Óleo sobre lino 60 x 60 cm. 2020.
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