Llega diciembre y con él el contador hacia las fiestas navideñas empieza su cuenta atrás. No sólo por la puesta en marcha de actividades y alumbrados de la época, en Sevilla hay otro clásico que cada año se enmarca en la víspera de la Navidad. Es la tradicional la Exposición de Dulces de Conventos de Clausura de la Archidiócesis de Sevilla que ha sido inaugurada este sábado en el Real Alcázar por el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, y el arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo, y que estará abierta hasta el próximo día 6 de diciembre.

"Esta cita anual, y obligada en la agenda de la ciudad previa a la Navidad, permite no sólo un empuje fundamental para la economía y el sostenimiento de las distintas congregaciones religiosas y de su patrimonio histórico y artístico, sino el mantenimiento también de una larga tradición repostera de indudable valor para nuestra gastronomía", ha dicho el regidor, que ha realizado junto Asenjo un recorrido por la muestra, que cumple su edición número 38, guiado por la organizadora del evento, Claudia Hernández.

Las expectativas este año son altas. Más de 8.000 kilos de dulces artesanales de hasta 250 variedades están puestas de hoy a la venta. El horario de visita es de 10:00 a 19:00 horas y la entrada para visitantes está organizada por el Patio de Banderas.

En total participan 19 conventos, de los cuales siete son de Sevilla capital -San Leandro (Agustinas), Santa Inés (Clarisas), Santa Paula (Jerónimas), Madre de Dios (Dominicas), San Clemente (Cistercienses), Santa Ana (Carmelitas) y Santa María de Jesús (Clarisas)- y doce de la provincia como son las Jerónimas de Constantina y de Morón; las Clarisas de Alcalá, Estepa, Marchena, Morón y Carmona; las Dominicas de Bormujos; las Mercedarias Descalzas de Marchena y de Osuna; las Concepcionistas Franciscanas de Osuna, y, por último, las Carmelitas de Utrera.

La finalidad de este evento, reconocen desde el Ayuntamiento de Sevilla, es "reconocer el patrimonio gastronómico de los conventos de clausura" y "ofrecer una ruta para impulsar las compras de dulces", contribuyendo así al sostenimiento de las congregaciones de religiosas y a la conservación de su patrimonio histórico y artístico.

En esta línea, el Ayuntamiento, a través de las áreas de Economía y Turismo y en un trabajo coordinado con el Arzobispado de Sevilla, creó en 2020 el sello de calidad Ora et labora. Sus objetivos: reconocer, proteger, conservar, perpetuar e impulsar el patrimonio gastronómico y cultural de los dulces elaborados por las monjas en los conventos de clausura, así como promover la venta de su producción repostera.