El palacio desconocido de Dos Hermanas que perteneció a unos comerciantes de telas
El palacio de Alpériz fue construido a comienzos del siglo XX imitando el estilo neomudéjar propio de la época
La virgen a la que apedrearon y dispararon en la Semana Santa de Sevilla de 1932

La localidad sevillana de Dos Hermanas, ubicada a solo 18 kilómetros desde la capital, es conocida no solo por ser uno de los pueblos de mayor extensión cercanos al área metropolitana de Sevilla sino porque tiene un importante pasado histórico que, entre otras cosas, le da nombre a la ciudad.
Entre sus monumentos, como la Iglesia de la Magdalena, la Capilla de Santa Ana, la Ermita de Valme, las Ruinas de Orippo, la Torre de Herberos o la Hacienda de Quinto, se encuentra un palacio de estilo neomudéjar que se construyó a comienzos del siglo XX y que pasa algo desapercibido. Se trata del Palacio de Alpériz, un lugar que perteneció a un matrimonio dedicado al comercio de las telas y que en la actualidad se ha convertido en un Centro de Participación Activa al que cada día acuden un número considerable de personas mayores.
Historia del Palacio de Alpériz
El Palacio de Alpériz fue construido hacia 1905 de la mano del arquitecto José Gutiérrez Lescure, quien recibió el encargo del matrimonio formado por Manuel Alpériz Bustamante y Juana González, grandes comerciantes de telares por la Sevilla de aquella época.
Estos habían decidido, a mediados de 1882, abrir su fábrica en el término municipal de Dos Hermanas, una industria que sobre todo se especializaba en tejidos de yute. Con la idea de poder residir de manera temporal cerca de la fábrica y, de esa manera, controlar su correcto funcionamiento, mandaron construir una casa en el recinto y también en 1882 que era de estilo inglés.
Sin embargo, unos años más tarde se llevaría a cabo una ampliación hacia el sur, de mayor tamaño, que incluía una capilla propia y tejas árabes combinadas con otras vidriadas de color azul y blanco. La mala salud del dueño de la fábrica, Manuel Alpériz que le impedía realizar desplazamientos y el escaso tamaño de esta segunda construcción, que no le permitía alojar al servicio, llevó a los propietarios a solicitar una tercera ampliación que tendría lugar en 1905.
La arquitectura del palacio
Como resultado se obtuvo un edificio de dos plantas con una admirable fachada de estilo neomudéjar que es la que se puede presenciar en la actualidad. Cabe destacar los numerosos arcos de herradura, los paños con motivos geométricos, las tres cúpulas decoradas con azulejos y la amplia escalinata de acceso al edificio. Su interior dispone de vestíbulo, despacho, dos salones, un comedor, tres dormitorios y un cuarto de aseo.
En cuanto a los jardines son de estilo regionalista, con estatuas, glorietas y grandes bancos de cerámica que contienen numerosos azulejos con motivos de Don Quijote de la Mancha. Tal y como detalla la Diputación de Sevilla al respecto, «por su estilo se podría atribuir a Forestier aunque dada sus reducidas dimensiones pudo realizarlo cualquier arquitecto regionalista».
Puesto que el palacio de Alpériz quedaba dentro den recinto de la Fábrica de Tejidos de Yute, este pasaría por varias manos que fueron adquiriendo dicha industria. Desde 1930 el edificio tendría varios usos, como el de sanatorio para personas con tuberculosis de El Tomillar o el de preventorio infantil de Santa Teresa para acoger a los hijos de los enfermos ingresados en el referido sanatorio.
Desde 1973 es la sede del Hogar del Pensionista y 10 años más tarde se vería sometido a una reforma que le darían el aspecto que actualmente posee. En la actualidad el Palacio de Alpériz es sede del Centro de Participación Activa para Personas Mayores de Dos Hermanas y aunque no dispone de visitas guiadas está abierto, según detalla la web de la Diputación, de lunes a viernes, de 09:00 a 14:00 horas.
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