Mercado Medieval con decenas de actividades en este pueblo de Sevilla: es uno de los eventos más esperados del año

Castillo de Morón de la Frontera
Castillo de Morón de la Frontera / turismomoron.es

El próximo fin de semana, del 7 al 9 de noviembre, el municipio sevillano de Morón de la Frontera, ubicado a algo menos de una hora de la capital hispalense, celebrará una nueva edición de su esperado Mercado Medieval, un evento que combina historia, tradición y espectáculo.

La cita tendrá lugar en la calle San Miguel, en pleno centro del municipio, y se desarrollará de manera paralela a la popular conmemoración del Gallo de Morón, una de las señas de identidad cultural de la ciudad. La calle San Miguel, uno de los espacios más céntricos y transitados de Morón de la Frontera, será el lugar donde se ubique el mercado, con sus puestos, espectáculos y actividades repartidos a lo largo de todo el recorrido.

Todo lo que podrás hacer

Durante tres días, Morón de la Frontera se vestirá de época con una programación variada y actividades para todos los públicos. El mercado ofrecerá:

  • Representaciones teatrales con la participación de más de 100 actores.
  • Espectáculos ecuestres con caballistas y personajes de época.
  • Animación continua en las calles, con música, pasacalles y recreaciones históricas.
  • Puestos de artesanía y gastronomía en un entorno medieval cuidadosamente ambientado.

El ambiente festivo, sumado a la conmemoración del Gallo de Morón, convierte este mercado en una cita cultural de gran relevancia en la comarca.

Qué es el Gallo de Morón

El Gallo de Morón es un símbolo de orgullo y valentía en la ciudad de Morón de la Frontera, además de un refrán que viene a referirse a alguien que se queda sin nada y aun así protesta o se jacta. La leyenda está ligada a la expresión "te vas a quedar como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando".

Cuenta la historia que en el siglo XVI había en esta ciudad sevillana dos bandos que incluso tenían su propio alcalde cada uno de ellos. Para mediar entre ambos se ordenó al juez doctor Juan Esquivel que se trasladara hasta la zona. Su dura actitud con los presentes daría lugar a que se comenzara a extender la frase de que "donde estuviese Esquivel no cantaba más gallo que él". Así, al regulador se le apodó El Gallo por su comportamiento altivo.

El resto de la expresión ("con plumas y cacareando") se le otorgaría cuando un día, el pueblo ya cansado de su actitud lo llevó a las afueras del pueblo, lo denudaron y le dieron una paliza con varas de acebuche. Tras este hecho, el juez abandonaría Morón prometiendo no volverlo a pisar. Acaecido el hecho, nació la leyenda y con ella la letrilla: "Anda que te vas quedando como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión".

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