Sevilla es un lugar para observarlo con detenimiento y aprender todas las historias que se esconden entre sus calles. Lo normal cuando paseas por Sevilla y observas sus monumentos y edificios es mirar para arriba, ya que muchos de ellos tienen una gran altura. También es posible observar y admirar la ciudad desde las alturas y ver Sevilla de una forma diferente a como la solemos ver.

La capital hispalense cuenta con distintos miradores, donde podemos ver una perspectiva poco habitual de la ciudad. De hecho, algunos de estos miradores son lugares y monumentos emblemáticos de la ciudad. Aunque también podemos ir a miradores naturales como el situado en Coca de la Piñera o Castilleja de Guzmán, a continuación os presentaremos cinco miradores que se encuentran dentro de la ciudad.

La Giralda

La Giralda

Podríamos decir que la Giralda es sin duda uno de los monumentos más famoso y espectaculares de Sevilla. Comprando la entrada a la Catedral, podemos subir hasta arriba del todo. Desde la torre obtendremos una de las mejores panorámicas de la ciudad. El único lado negativo es que no veremos uno de los símbolo de Sevilla, la propia Giralda.

Desde sus 104 metros de altura la Giralda ofrece la posibilidad de contemplar todo el casco antiguo de la ciudad, incluyendo el Alcázar, el Archivo de Indias y el puente de Triana.

Metropol Parasol

Estampa primaveral en las 'setas' de las Encarnción.

Situado en la Plaza de la Encarnación, el Metropol Parasol es uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad. Esta construcción también se conoce como Las Setas de Sevilla, debido a que su forma recuerda a unos champiñones.

El Metropol Parasol puede ser el mejor mirador de toda la ciudad. Subiendo, podrás disfrutar de Sevilla a 360° gracias a las pasarelas serpenteantes que hacen que este lugar sea único en el mundo. Con una altura de 30 metros podremos disfrutar de la Giralda y Catedral, el puente del Centenario y muchos campanarios de las distintas iglesias que hay en Sevilla.

La Torre del Oro

La Torre del Oro.

Está ubicada en el casco antiguo de la ciudad, junto al río Guadalquivir, es una de los lugares más visitados por los turistas. Durante su historia ha sido torre vigía, fortín, almacén, e incluso cárcel. Pero pocos saben que desde lo alto de la torre se puede acceder a un pequeño mirador con impresionantes vistas a la ciudad.

Desde la Torre del Oro se puede admirar toda la zona del Arenal, las cubiertas de la Catedral de Sevilla junto con la Giralda, el río Guadalquivir y, por supuesto, la icónica Calle Betis, la joya del barrio de Triana.

Torre de los Perdigones

La torre de los Perdigones vista desde la barriada de la Esperanza.

La Torre de los Perdigones es uno de los pocos monumentos que nos recuerda el pasado industrial de la ciudad. El edificio fue construido en 1885 y formaba parte de una antigua fundición que fabricaba perdigones, balas y zinc en plancha. De ahí recibe su nombre.

Dentro del edificio se ubica una Cámara oscura, con un sistema de lentes con el que se pueden ver imágenes en movimiento de lo que sucede en el exterior en tiempo real. Esta torre tiene 45 metros de altura y te permitirá ver unas panorámicas increíbles del río Guadalquivir y toda la Isla de la Cartuja.

Torre Sevilla

Vistas de la ciudad desde el mirador de Torre Sevilla.

Este edificio, también conocido como Torre Pelli, destaca con su altura en el skyline sevillano desde 2007, pero el proyecto de la construcción provocó un gran debate público, ya que fue considerado una forma ofensiva de tratar el paisaje histórico de la ciudad.

Si quieres tener unas vistas increíbles a 180 metros de altura en la Torre Pelli, puedes reservar una mesa en el restaurante el Duende, situado en uno de los niveles más altos del hotel Eurostars.