Los turistas dictan sentencia sobre los Jardines de Murillo, patrimonio natural de Sevilla: "Contrasta con el resto de ciudades europeas, donde el verde es el gran ausente"
Entre las propuestas de los visitantes, creen que se podrían mejorar algunos aspectos como el mantenimiento de la vegetación o la limpieza
Todo aquel que ha venido a Sevilla los conoce: los Jardines de Murillo son una de las principales zonas verdes de la capital hispalense, junto al Parque María Luisa. Situados a continuación de la muralla del Alcázar, a principios del siglo XX el rey Alfonso XII cedió los terrenos para crear estos jardines en el ensanche que une el barrio de Santa Cruz con la Ronda Histórica.
El nombre de Murillo fue propuesto por el director del periódico El Liberal, José Laguillo y Bonilla, en honor al ilustre pintor local. En sus 8.500 metros cuadrados de superficie existe también una glorieta dedicada al pintor José García Ramos y una estatua dedicada a don Juan Tenorio. Un siglo después, los Jardines de Murillo se han convertido en un rincón imprescindible de la ciudad, actual sede de la Feria del Libro, pero ¿qué impresión se llevan los turistas tras pasear por ellos?
"Un oasis de naturaleza para descansar después de una jornada de turismo"
Para muchos, recorrer los Jardines de Murillo es todo un lujo, sobre todo cuando el calor aprieta. "Contrasta totalmente con la mayoría de calles y plazas de las ciudades europeas, donde el verde es el gran ausente", asegura una turista sobre esta zona verde con más de 6.000 reseñas y una nota media de 4,6 estrellas.
La mayoría de los visitantes alaban la sombra y el frescor que ofrece este lugar muy próximo a los principales itinerarios turísticos de Sevilla. "Bonito parque en pleno centro de Sevilla, un oasis de naturaleza y una buena opción para descansar después de una jornada de turismo", destaca otro visitante.
Otro de los aspectos más llamativos es su ornamentación con fuentes y bancos revestidos de azulejo. El interior del parque alberga asimismo sus propios puntos de interés, como el monumento a Cristóbal Colón: "Una pieza imponente que aporta un toque histórica a estos jardines".
Las avenidas con exhuberante vegetación hace que "incluso en verano la temperatura es agradable". Los visitantes destacan, por ejemplo, sus ficus milenarios o las adelfas, aunque los Jardines acogen decenas de especies como magnolias, bunganvillas, bojes, naranjos, cipreses, jazmines o tejos.
"Algo tan emblemático debe estar perfecto"
Sin embargo, algunos turistas señalan que existe una 'cara b' de este romántico paseo. Así, uno de los peros comentados es el "tráfico y ruido que rompe con la experiencia de paz", en referencia a la céntrica Avenida de Menéndez Pelayo. "Me gustaría menos viario y más vegetación", añaden otros.
La de su mantenimiento es otra de esas cuestiones sobre la que existe diversidad de opiniones. Mientras unos aprueban su estado, otros censuran la dejadez municipal: "Palmeras con hojas muertas sin quitar, vegetación que tapa la muralla de Sevilla, muchas zonas cerradas con roturas... Algo tan emblemático debe estar perfecto". Cabe recordar que el vandalismo no ha quedado exento de esta zona de la ciudad, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), en que algunas fuentes y columnas han sido objeto de destrozo en los últimos años.
También hay quien denuncia que "generalmente hay mucha basura y botellas en el suelo, lo que afea un poco el conjunto". Al margen de eso, los visitantes destacan los columpios para niños, la presencia de comercios como heladerías o los encuentros musicales que suelen celebrarse. Un patrimonio natural para la ciudad que todos tenemos la responsabilidad de cuidar.
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