Las familias británicas abonan directamente al fisco unos 220 euros anuales por contar con la radiotelevisión pública, la BBC, que ofrece dos canales en abierto más otros dos en TDT y varias señales internacionales a través del satélite. La BBC está considerada como la mejor televisión del mundo, por la calidad de su programación e independencia del enfoque de sus contenidos. El canon, que se abona religiosamente por cada hogar, realmente es el sostén del prestigio de la BBC que, eso sí, aplica una subida del 3% anual de aquí al 2013 para poner al día su servicio público. Dentro de cuatro años el canon se pondrá en 232 euros.

Comparando el servicio y prestigio de la cadena británica con las españolas se observan unas diferencias mayores que los 50 euros por familia que nos separan. Unas diferencias que no se corresponden con el coste real que para las arcas públicas suponen la cadena nacional, las autonómicas y las municipales. Si establecemos una media de tres personas por unidad familiar, el impuesto por habitante en el Reino Unido es de unos 73 euros. Si un ciudadano andaluz estuviera obligado a pagar una tasa directa por contar con la señal de los canales de TVE y los autonómicos de la RTVA la cifra sería de 58,4 y el canon familiar, si establecemos una media de 3 personas como los británicos, se elevaría a 175,2 euros. Todo ello sin contar el pago del billonario déficit (en pesetas) que supuso el saneamiento financiero de la corporación nacional.

El presidente Rodríguez Zapatero descartó desde un primer momento establecer un canon para que RTVE, 1.097 millones de presupuesto este año, deje de tener una doble vía de financiación: la presión fiscal hubiera sido excesiva. Con el anteproyecto aprobado serán las empresas de telecomunicaciones, como el modelo de Nicolas Sarkozy en Francia, las que a través del 0,9% de sus ingresos engrosen la mayor parte de los 520 millones que ahora la cadena nacional presupuesta por publicidad. Unos 100 millones será lo que ingrese TVE del 3% de los ingresos de su competencia de las privadas, mientras que las telecos, entre su tasa y la utilización del espacio radioeléctrico, abonarían unos 400 millones. En el caso andaluz si cada habitante pagara directamente por unas emisiones de Canal Sur sin publicidad tendría que pagar 31 euros; 22,5 si lo limitamos a la actual subvención.

Siguiendo la estela del Gobierno de Madrid, la Junta ha iniciado el estudio para que la corporación autonómica también se financie sin recurrir al mercado publicitario. Presidencia entrega una subvención anual de 180 millones de euros, más unos 67 millones presupuestados en publicidad que en estos momentos, con la crisis, no se cubrirán, por lo que al final del ejercicio el ejecutivo tendrá que aportar una partida suplementaria. Sin anuncios, la RTVA cuesta 247,3 millones (243 millones en 2008).

Por habitante son unas 10.000 pesetas anuales, a lo que hay que añadir el coste de las cadenas municipales. Del centenar largo de canales andaluces sustentados directamente por los ayuntamientos, los que pertenecen a las capitales, más los de Algeciras y Jerez, suman un presupuesto aproximado de 20 millones de euros. Si a escote los habitantes de esas poblaciones pagasen lo que cuestan esas señales sería de unos 24 euros. En este caso estaríamos hablando de un canon individual de 82,4 euros, que se convierten en 247,2 euros por familia. Es decir, si tuviéramos que pagar nuestras señales públicas nacional, autonómica y local, la televisión de nuestra casa nos acarrearía mucho más gasto que el que soportan los británicos y sólo un poco por debajo de los alemanes, que por la ARD y la ZDF pagan 88 euros (con otro nivel de vida). El canon en Italia, para tres canales nacionales de la RAI, se aproxima a los 100 euros, como en Francia o Irlanda. Ese es el precio que también pagamos indirectamente en España por nuestros canales públicos no locales. A través de la subvención gubernamental de TVE, 550 millones en 2009; y los 180 euros de la Junta a la RTVA, la radiotelevisión pública nos cuesta por habitante 13 y 22,5 euros respectivamente, con una media familiar de 106,5 euros.