Provincia

Tercera riada en Écija en 15 días

  • Los vecinos de las zonas inundadas muestran su indignación y acusan a las autoridades de no haber intervenido a tiempo · El agua superó el metro de altura en algunas calles del casco histórico

Los ecijanos soportaron ayer su tercera riada en 15 días con un sentimiento de impotencia e indignación ante lo que consideran una dejadez de las administraciones públicas. La de ayer fue posiblemente la peor de las tres inundaciones sufridas en diciembre, después de las de los días 6 y 18. Buena parte del casco urbano del municipio se volvió a cubrir desde primera hora de la mañana del agua procedente del arroyo Argamasilla, mientras que, a la hora de cierre de esta edición, el Genil amenazaba con desbordarse y se filtraba ya por las alcantarillas de las zonas más próximas.

De poco sirvió el dique construido la tarde del lunes para frenar el caudal del Argamasilla, arroyo que discurre soterrado por debajo del casco urbano hasta que confluye con el Genil. Tampoco fueron demasiado útiles las barreras que cada vecino colocó en la puerta de su casa siguiendo los consejos del alcalde, Juan Wic (PSOE). A partir de las ocho y media de la mañana, el arroyo volvió a desbordarse en la zona de Puerta Osuna y se filtró por las alcantarillas. Una hora y media después, el agua, cargada de cieno, ramas y suciedad, superaba el metro de altura en algunas calles y se había colado en prácticamente en todas las casas de la zona bajo la cual pasa el arroyo.

En la casa de Mariano Marín y Rosario Peñas, en el número 2 de la calle de la Victoria, el agua se quedó a escasos centímetros de los contadores de la luz. "Anoche terminamos de limpiar la cochera. Asómate y mira cómo está hoy", dice este hombre, casi octogenario, señalando el barro que se acumula en el interior de su garaje y en el que permanece atrapado su coche y donde flotan varios bidones de plástico. "Tengo casi 80 años y llevo no sé cuántos escuchando que van a hacer la obra del Argamasilla. Creo que me moriré sin verla y espero que alguien venga a decirme a la tumba que el pueblo ya no se inunda".

Ese punto de humor negro se ha apoderado de muchos de los afectados. Cuando uno de los voluntarios de Protección Civil reparte pan puerta por puerta a los vecinos que no podían salir de sus casas, hay quien le pregunta si después le traerán el jamón. Pero bajo las bromas rezuma una profunda indignación. Ningún vecino entiende cómo una misma zona ha podido inundarse tres veces en 15 días. La explicación oficial se la saben: la Junta está realizando las obras de encauzamiento del arroyo Argamasilla y a la vez se está limpiando el cauce de éste. Esto provoca que cada vez que llueva con cierta intensidad este río se desborde y lo haga saliendo por las alcantarillas.

Pero nadie entiende que ni el Ayuntamiento ni la Junta ni el Gobierno central hayan tomado medidas más drásticas antes de la tercera riada, sobre todo cuando se sabía desde el lunes que iba a volver a llover con fuerza y que el arroyo se iba a desbordar otra vez. "Lo que están haciendo es una chapuza. Es cierto que están limpiando el Argamasilla, pero lo están limpiando al revés, han empezado por el campo y no han actuado todavía en el pueblo. Esto se traduce en que el arroyo tiene más caudal desde su origen y llega con más fuerza a Écija, con lo que se desborda con más facilidad que antes".

Así lo explican Juan, María del Carmen y Antonio, tres vecinos de la avenida del Cristo de Confalón que permanecían asomados en la puerta de sus viviendas viendo el río en el que se había convertido la calle en la que residen. Tampoco entienden los afectados por qué se activó anoche un plan de emergencias con más de 200 personas para trabajar en las inundaciones y no se hizo el día antes, cuando se sabía que iba a llover durante toda la noche.

Más abajo, en la calle Cava, el agua superó el metro de altura. Lo había predicho José Juan Fernández Pradas, uno de los vecinos del número 18, cuya cocina ha vuelto a quedar inundada. "Ayer dije que antes de Navidad nos arriábamos por tercera vez. Y así ha sido", explica, mientras que los Bomberos intentan achicar agua al principio de la calle con una bomba y piden a quienes se atreven a cruzar andando con el agua a la cintura que tengan cuidado porque se han abierto las alcantarillas y podrían caer en alguna.

"Lo peor es que no ha llovido tanto. Es cierto que ha llovido, pero no para esto. Lo que pasa es que ya venía el río muy crecido", cuenta Julia, hermana de José Juan. "Esto es insostenible, de verdad". Entre las siete de la tarde del lunes y las siete de la mañana de ayer cayeron en Écija 33 litros por metro cuadrado. Las 12 horas siguientes se registraron 29. En total, 62 litros en 24 horas, suficiente para que el Genil comenzara a filtrarse por las alcantarillas sobre las cinco de la tarde, cuando el nivel había superado ya los 6,40 metros.

Ante el peligro inminente, la Unidad Militar de Emergencias (UME) movilizó anoche a 59 soldados hacia Écija para ayudar en los trabajos de achique de agua. Los militares proceden de las bases de Morón de la Frontera y de Madrid y cuentan con vehículos y maquinaria especial para el achique de agua y lodos. Es la segunda vez que la UME se desplaza a Écija, después de que unos 250 soldados participaran en las tareas de limpieza tras la riada del 6 de diciembre.

Además, se ha activado un dispositivo formado por más de 200 personas entre el personal de Emergencias 112, los Bomberos, la Policía Local y protección Civil. Esta dotación trabaja desde anoche en la vigilancia y coordinación ante la crecida del Genil, mientras que se han enviado 50 vehículos especiales para el drenaje de las calles que permanecen anegadas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios