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Donde la historia se funde con el agua: Alcalá del Río

  • La geografía de esta zona de La Vega hizo que desde los tartesos y fenicios este territorio fuera asentamiento de cuantas civilizaciones pasaron por la provincia.

En Alcalá del Río, el Guadalquivir describe su último gran meandro. Esta ubicación ha propiciado asentamientos tempranos de población, teniendo constancia de poblaciones desde el Paleolítico Medio que han dejado su huella en cada rincón de la localidad. Antes de ser Ilipa Magna, los hallazgos obtenidos en las intervenciones arqueológicas han sacado a la luz excepcionales restos: una necrópolis tartesia en la finca La Angorrilla, inscripciones neopúnicas anejas a la muralla romana y los restos del foro de Ilipa Magna.

En el siglo II a. C., la ciudad comienza a hacer circular sus propias monedas, en las que se muestran los elementos que simbolizan su riqueza: la espiga de trigo, por la fertilidad de sus campos, y la imagen de un pez, un sábalo, en clara alusión al Betis.

Durante la dominación romana Alcalá del Río vivió su momento de mayor esplendor. Hasta el nombre de la ciudad romana de Alcalá muestra su grandeza: Ilipa Magna. En términos históricos, merece ser destacada la Batalla de Ilipa o del Vado de las Estacas. Con esta victoria los romanos se asentaron en la Península Ibérica. Después de la batalla, Escipión fundó la ciudad de Itálica.

De la Alcalá árabe destaca la construcción de algunas zonas y barrios del pueblo (zona del Alcázar y alrededores) que han determinado su estructura e idiosincrasia hasta hoy día. Sin embargo, en 1248 la ciudad es conquistada por el rey Fernando III, el Santo. Perdida su condición de plaza fuerte Alcalá quedó convertida en una pequeña villa dedicada fundamentalmente a la agricultura y la pesca. Como dato curioso, su escudo es el mismo que el de Sevilla, según privilegia real.

En torno al siglo XV, los Reyes Católicos mandaron construir una nueva ermita en honor de San Gregorio de Osseth. Esta capilla se conserva como uno de los grandes monumentos del municipio. De estilo mudéjar en origen, conserva restos arqueológicos de gran importancia, como un cipo del siglo II d.C., y otras obras de arte como una pintura del s. XVI representando a San Gregorio Magno.

Otro de los grandes monumentos es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción; de estilo gótico-mudéjar, fue construida entre los siglos XV-XVI y conserva en su interior el Retablo de Santa Ana (estilo Plateresco), el Retablo de Rocamador (del siglo XVI) y el Retablo Mayor (Barroco del XVIII). Cuenta con tres naves y una torre asentada sobre la base de la antigua muralla romana.

La importancia patrimonial de Alcalá del Río ha hecho que los días 18, 19 y 20 de octubre se celebren las I Jornadas Patrimoniales del municipio, con visitas a los monumentos, teatro de calle y conferencias sobre el patrimonio.

Importantes son también, además de su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional, las fiestas patronales de las pedanías y el mercado medieval en la plaza de España.

La construcción en 1928 del puente y la presa de la central eléctrica configuró definitivamente el paisaje actual de la ciudad. Esta circunstancia le da a Alcalá del Río la posibilidad de disfrutar de un coto fluvial de pesca y de actividades de kayak y piragua organizadas por diferentes empresas de turismo activo como las organizadas por el club de piragüismo Picahacho (clubpicahacho@gmail.com) A esto se suma el circuito de kart Karting Sevilla. Unas instalaciones construidas para l a práctica segura de pruebas de velocidad (www.kartingsevilla.com).

Para los que buscan practicar el senderismo, el municipio está dentro de la ruta verde de la Sierra Norte, que a su paso por Alcalá del Río permite al senderista disfrutar de la antigua ciudad romana de Ilipa Magna.

En cuanto a la gastronomía local destacan los albures en adobo, el bacalao con tomate, las torrijas, los roscos sin molde y los pestiños sevillanos. Se pueden degustar en los numerosos bares que tiene tanto Alcalá del Río como sus tres pedanías: Esquivel, El Viar y San Ignacio del Viar.

Para dormir hay dos hoteles, el Ancla y El Chaparral y el hostal Venta el Santo.

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