La salvación, virtual, no hay que pasar por alto el matiz con cuatro partidos por delante, es noticia. El día 12 de abril quedará marcado como fecha insigne para el Cajasol, aunque los deberes se hayan dejado para el final de curso y no se estudiara lo suficiente cuando fueron pasando las evaluaciones de la ACB. Más vale tarde que nunca y, más vale, cerrar el sábado en un radiante San Pablo la permanencia en la élite con el compromiso contra el Fuenlabrada.

Quien haya seguido el discurrir sevillano por el pedregoso camino de esta campaña, comprobaría ayer que en el pabellón Príncipe Felipe el CAI era el Cajasol de antes y, en cambio, los sevillanos componían una formación firme, que gana por inercia, que sumó su sexto triunfo consecutivo para marcharse a la decena de victorias y alejar a dos el margen con los penúltimos, los propios aragoneses y el CB Murcia, sorprendente triunfador del duelo contra el DKV Joventut.

Hubo que hacer y rehacer cambios, que remendar el traje un buen puñado de veces para que al fin se diera con la fórmula de un equipo como tal. Fue palpable ayer dicho argumento, pues ni Tucker ni Caner-Medley, los bastiones en los que se sostiene el grupo de Martínez, lucieron como otros días. Aun así, el Cajasol, sereno, nada nervioso cuando le asestaba un golpe su oponente en el otro lado del ring, mantuvo la calma, sin preocuparse sobremanera, sin agobiarse como antaño, por los ocho puntos de distancia adquiridos por el CAI en el segundo cuarto después del dominio visitante en el primero.

Los 20 primeros minutos, con el enorme Woods incordiando y Ellis supliendo al atadísimo Tucker en la anotación, resultaron un tira y afloja, con los visitantes controlando el primer parcial para pasar a ser dominados en el segundo. No obstante, las tablas a 38, con canasta sobre la bocina de Caner-Medley, daban pie a pensar que la victoria podía caer de cualquier lado.

A la vuelta de los vestuarios, el CAI salió más alegre, pero Tucker encestó su único triple, pues en sus dos canastas en el segundo acto pisó la línea, del duelo para que el Cajasol arrebatara el mando a los maños. Tras un breve intercambio de golpes, un parcial de 2-10 atascó a los locales y dio un impulso de energía a los sevillanos, que con un triple de Miso y otro de Ignerski lograron media docena de puntos de colchón para el último episodio.

Rey se zafó como pudo con Woods en la primera parte, pero en la segunda conquistó la zona frente al estadounidense, que sólo aprovechó la entrada de Triguero por el catalán. Milisavljevic, algo desconcertado hasta entonces, quiso participar y liderar la victoria. No sólo el triunfo, sino el éxito de sacar encima el average particular con los zaragozanos, vencedores en Sevilla por 4 puntos. El serbio, que disfruta sobando la bola y definiendo a pocos segundos de la posesión, manejó el choque y al CAI, aunque el conjunto de Alberto Angulo no tiró la toalla. Con un triple de Quinteros achicó la distancia a 4 puntos para los cajistas. Quedaban casi tres minutos. Estaba en juego el triunfo y el balance particular. Paró Martínez con un tiempo el envite. Y Milisavljevic, alma balcánica y con talante ganador, acertó con un definitivo triple, en una jugada en la que casi pierde el balón, para colocar el 67-74.

Mató al CAI ese certero lanzamiento y lo remató el serbio con dos tiros libres: 67-76. A la desesperada y desde la personal, el cuadro local recortó hasta los 5 merced a los arrebatos de Green y Lescano. Martínez reunió de nuevo a sus hombres, tranquilizó las acciones y jugó a lo mismo que su rival, sellando el triunfo, sexto de una tacada y décimo en total, desde la línea de tiros libres.

El 73-80 sabe a título de la Euroliga. La salvación es noticia. Quién iba a decir que así sería cuando el Cajasol acabó el pasado curso siendo un temible rival, que invirtió mal en verano y que luego se encaminaba, sin rasgo de metamorfosis, hacia el batacazo del descenso.

Las cuentas son claras, y más dados los enfrentamientos entre rivales directos que quedan por delante, y ayer se certificó la salvación virtual a expensas de convertirla en matemática el sábado en casa. Los sevillanos, salvo que caigan con Estudiantes en la penúltima jornada, no cuentan con un 0-2 en contra en ninguno de los duelos con los adversarios de la zona baja, llevándose el average particular con el Bruesa y el CAI,  y perdiéndolo con el CB Granada y el CB Murcia. Eso, grosso modo, significa que tiene pie y medio en la ACB, gracias a la labor coral de unos jugadores convertidos al fin en un equipo.

Ficha técnica:

73 - CAI Zaragoza (19+19+15+20): Green (13), Quinteros (17), Lescano (12), Phillip (3) y Woods (14) -cinco inicial- Victoriano (3), Zizic (3), Guerra (6) y Garcés (2).

80 - Cajasol (21+17+21+21): Miso (6), Ellis (17), Tucker (9), Caner-Medley (6) y Rey (8) -cinco inicial- Savanovic (11), Triguero (2), Milisavljevic (15) e Ignerski (6).

Árbitros: Amorós, Araña y Sánchez Monserrat. No excluyeron a ningún jugador.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima jornada de la Liga ACB disputado en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 9.230 espectadores.