sevilla - zaragoza · el otro partido

Luna, el canterano inesperado

  • Míchel solventa las importantes bajas de Reyes, Perotti y Kanoute aprovechando el descubrimiento que Marcelino hizo del pedreño como extremo. Frío regreso de Jiménez entre goles e indiferencia.

La cantera es una marca del Sevilla, pero lo es porque de ella han salido verdaderas estrellas del fútbol mundial. ¿Casualidad o causalidad? Tres campeones del mundo, Marchena, Sergio Ramos y Jesús Navas, han pasado por el obrador de Montequinto. También Reyes, otro jugador de enorme talento y con un extraordinario palmarés en el que no tiene título con la selección. O Puerta, el héroe de los héroes y símbolo imperecedero de la cacareada cantera sevillista. Sin embargo, no se puede afirmar a boca llena, como algunos hacen desde dentro, que el Sevilla sea un club que apueste por la cantera. Que le pregunten a Luis Alberto, al mismo Campaña, que ayer al menos jugó veintipico de minutos, o a Cala. Luna, en cambio, a contracorriente, sí ha jugado ya con cuatro entrenadores desde que Álvarez lo hiciera debutar en Almería y apostara por él en la final de la Copa del Rey. Siempre apareció por necesidad y siempre rindió, pese a ser el canterano del que menos se esperaba. Era el que tenía menos cartel.

A Luna, porque no tenía otro remedio, lo hizo debutar Álvarez en Almería como lateral izquierdo, su puesto natural, en el que apenas ha vuelto a jugar. Tuvo que mediar la cesión precisamente al Almería antes de que, tras su vuelta y pese a estar inédito al principio del curso, Marcelino lo descubriera como extremo izquierdo.

El propio futbolista ha confesado que mintió al ex técnico sevillista cuando, ante las bajas del equipo para el partido de Copa en Valencia, le preguntó si había jugado ahí antes. Repitió en Vallecas y luego volvió a desaparecer. Pero tuvo un buen papel en el derbi y Míchel reconoció en la víspera del partido con el Zaragoza que ésa fue su referencia para confiar en el pedreño ante las bajas de Perotti, Reyes y Kanoute. Y la solución cuajó, pues Luna le dio un enorme empuje al equipo, botó de forma perfecta el córner que cabeceó Fazio en el 1-0 y acercó el 3-0 al pelear el balón y cedérselo a Negredo antes del centro de Jesús Navas. Cabe preguntarse por qué no optó Míchel por esta solución en Bilbao.

Curiosamente, Luna es de los pocos canteranos mencionados que no ha pasado por las manos de Manolo Jiménez, aunque sí lo entrenó en el primer equipo. Hasta Fazio se educó en el fútbol español de la mano del arahalense, cuyo regreso al Sánchez-Pizjuán fue frío: salió goleado, escondido en un palco vip después de que Apelación no le levantara la sanción y pasando desapercibido para la mayoría. Las minorías sí lo acogieron con cariño. Saludó a mucha gente del club en los pasillos del estadio y al final escuchó sin réplica desagradable aquello de "¡qué cojones tienes!".

Quizá para que la fuente de la cantera sevillista fuera más continua harían falta más hombres de la casa, tipo Caparrós o Jiménez, y menos técnicos de fuera que sólo apuestan por los canteranos, antes que por los profesionales, cuando no tienen más remedio. Les suele pasar a todos los foráneos. Míchel, al menos, ha sabido aprovechar un acierto de Marcelino al apostar por Luna. Ahora tiene que buscar otra solución: encontrar un sustituto a Jesús Navas, que vio la quinta amarilla. Sin Perotti ni Reyes, no es fácil.

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