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Superioridad numérica, la misma medicina...

  • El Sevilla reaccionó presionando y robando arriba

Bastaba asistir a la primera media hora del partido para entender la verdadera dimensión de lo difícil que hoy en día es jugar contra el Barcelona. La presión asfixiante que el equipo de Luis Enrique realizó en la salida del balón sevillista hacía que los locales no pudieran casi salir de su zona de tres cuartos y que la posesión fuera siempre de Messi, Neymar, Iniesta, Rakitic y Busquets, fundamentalmente. El mérito del Sevilla estuvo en cambiar el chip, en reaccionar dando un paso adelante y hacerse fuerte donde de verdad sufre el Barça, atrás. Digamos que le recetó la misma medicina de alguna manera, aunque los balones robados por Aleix Vidal -sobre todo él- tuvieran la complicación de hacerlo casi en solitario, o al fin y al cabo, con menos ayuda, pues a rebato, casi como lo hace el Barça, es un suicidio ante estos jugadores.

Defensa

Sufrió mucho en la primera mitad, también porque Martínez Munuera empujaba un poquito más al Barça en el área de Sergio Rico con decisiones que impedían salir al Sevilla. El sistema defensivo sufrió mucho con la posesión del equipo culé en tres cuartos de campo y los intentos por tomar aire resultaban baldíos.

No quedó otro recurso que intentar el balón largo hacia Iborra, pero Luis Enrique para cerrarle el grifo al gigante valenciano colocó en el campo a Mathieu en vez de Mascherano y también ordenó a Busquets que lo tuviera vigilado.

Ya cuando los blancos, gracias al empuje de Aleix Vidal, lograron retener al Barça un poco más atrás, pudo ordenar el sistema defensivo de forma que, viéndolas venir de frente y con metros, los cracks rivales tuvieran más problemas para desbordar y combinar.

Ataque

Hasta el paso adelante, costó muchísimo trabajo retener el balón arriba. Sólo Bacca parecía capaz, pero sin acompañamiento, pues Banega también necesitaba algún apoyo más. Fue cuando Emery ordenó la presión más arriba cuando el Barça empezó a dudar. El incansable deambular de Aleix Vidal fue animando a otros y fue dando frutos. El Sevilla robaba y se encontraba en superioridad numérica, justo (o algo parecido) lo que antes había hecho el Barça. La salida de Reyes fue el toque mágico para la siguiente fase: ejecutar el último pase.

Virtudes

La fe y la falta de complejos. El Sevilla fue valiente y tuvo premio.

Talón de aquiles

La incapacidad para salir de inicio.

UNO POR UNO

Sergio Rico Pasó la prueba. Los goles eran imparables y, aunque no sacó las manos como otros días, sí tuvo una actuación convincente.

Coke Sufrió, como todos, más en la primera mitad que en la segunda. Luego, ayudó a Aleix Vidal a empujar arriba.  

Pareja Para un defensa como él es difícil jugar sin referencia en la marca. Sufrió con la movilidad de Neymar y Luis Suárez, pero estaba previsto. 

Carriço Con menos reprisse, si salía de su zona estaba perdido ante Messi y compañía.

Tremoulinas Le dio dos metros a Messi en el área que fueron fatales, quizá debió pegarse más, pero ahí es muy difícil. No subió como suele.

Krychowiak Aguantó con una amarilla que era una gran amenaza con el talante que además llevaba el arbitraje.

Banega Estaba claro que su calidad, tarde o temprano, iba a aparecer. Hizo un gol que fue la espoleta de la reacción sevillista y de su asociación con Reyes salió el genio.

Aleix Vidal El hombre del partido. Incansable, robó muchos balones y desarboló el sistema defensivo del Barça.

Iborra Luis Enrique se olió la jugada y le puso a Mathieu para discutirle su hegemonía por alto. Ahí no pudo, pero en el centro ayudó mucho.

Vitolo Lleva varios partidos más flojillo. No obstante, lo intentó y fijó a Daniel Alves.

Bacca Salió con ganas y gracias a él el Sevilla se pudo estirar alguna vez. Muy metido.

Reyes Con él todo cambia. Listo en el robo y genial en el pase para hacer posible el 2-2. 

Mbia Ayudó a su manera.

Gameiro Otra vez providencial.

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