El fútbol a este nivel (estamos hablando de que en el Sánchez-Pizjuán había anoche un equipo de Champions) se mueve a la hora de la competición a base de movimientos ajedrecísticos. Con dos técnicos del nivel de Villas-Boas, considerado como uno de los mejores del mundo y bandera junto a Mourinho de la acreditada escuela portuguesa, y Emery, un entrenador con un crecimiento imparable que empieza a ser codiciado por los grandes de Europa, estaba cantado que el Sevilla-Zenit iba a ser un duelo de movimientos maestros bien estudiados. Empezó pegando el portugués con un planteamiento con el que logró crear superioridad numérica en el centro del campo utilizando un esquema de juego de tres centrales. Y, más que una respuesta, fue una reafirmación del vasco reforzar la apuesta por el juego de conducción y toque por el centro añadiendo una pieza como Denis Suárez a la pareja que formaban Reyes y Banega frente al bosque de piernas que plantearon los rusos.

Defensa

Más que la defensa en sí concebida como la última línea, el centro del campo durante la primera mitas fue ganado por el Zenit al añadir un hombre más a la pelea. Los sistemas de tres hombres atrás hacen más fácil generar superioridad numérica por simple ocupación de espacios en la zona de creación. Digamos que lo que vino a hacer el Zenit fue equilibrar esa superioridad que el Sevilla suele generar a sus rivales cuando pasa de cuatro defensas a tres (con la subida de los laterales y la entrada de Krychowiak entre los centrales) en la salida del balón. Con ello, el cuadro ruso creó inestabilidad y algunas situaciones de uno contra uno, con Rodic y Ryazantsev como rivales que más problemas crearon.

La reestructuración de Emery prescindiendo de Coke y retrasando a Aleix Vidal acabó dando más profundidad a las alas -también se benefició Tremoulinas- por la aparición de espacios cuando al Zenit no le quedó más remedio que retroceder.

Ataque

Ahogado al principio por la tela de araña que tejió el Zenit, ni Reyes ni Banega encontraron los espacios con los que suelen, ya sea juntos o por separado, separar las líneas rivales. Pero Emery reaccionó y perseveró en un mismo movimiento. Es decir, se reafirmó introduciendo un hombre más de corte parecido, Denis Suárez, para seguir tocando por el medio pese a lo cerradas que estaban las vías, pero -y ahí la novedad- introduciendo un hombre más en la progresión.

El gallego se convirtió en el hombre del partido apareciendo por fuera y, sobre todo, por dentro, a lo que se le unió que a las bandas le empezó a llegar más aire. El resultado más inmediato fue la aparición masiva de córners a favor. Hasta 22 lanzó el Sevilla. Casualidad o no, ambas fueron las vías de los goles locales, una subida de Aleix Vidal y un balón rebotado de un córner que cazó en genial volea Denis Suárez.

Virtudes

Otra vez la fe, otra vez la cabeza fría, otra vez la pizarra de Emery... Son tantas cosas...

Talón de Aquiles

La mejor ocupación racional del espacio por parte del Zenit en la primera mitad creó inseguridad.

Uno por uno

Sergio Rico No era un partido fácil y respondió con acierto. Uno de sus puntos débiles son los rechaces a zona de peligro, pero el balón del 0-1 era difícil.

Coke Su empuje no encontró los huecos necesarios. 

Pareja Pese a que había espacios en torno a Rondón, no tuvo que salir apenas. 

Kolodziejczak Dinámico. Rozó un golazo con un remate al larguero. Su borrón pudo ser un pésimo despeje al principio. 

Tremoulinas Tardó en aparecer, pero cuando encontró espacios al retroceder el Zenit fue una máquina de entrar. 

Krychowiak Otro partido en el que pareció meterse en su cueva. Aun así, su presencia es muy importante en el equipo.

Banega No tuvo los espacios con los que tanto disfruta en la Liga, pero perseveró y se vio al mejor Banega junto a Denis.

Aleix Vidal Es un recurso que siempre resulta para lo que le pidan. El atoramiento inicial lo resolvió Emery retrasándolo y pasó a ser el de siempre. La llegada a fondo y el pase del 1-1 fue un lujo.

Iborra Pinchó en hueso esta vez. Las torres rusas lo inutilizaron. 

Reyes Como Banega, salió del bosque con la ayuda de Denis.

Gameiro No pudo ver los espacios porque no los había.

Mbia Había que meter músculo.

Denis Suárez Reventó el partido. Conducciones con descaro que fueron una pesadilla para la defensa rusa.

Bacca Certero. Siempre un faro.