Compás de espera en los frentes que tiene abiertos el Sevilla en cuanto a la planificación. Unos más inquietantes que otros. El club conserva el optimismo sobre los principales candidatos a reforzar el equipo, desde Konoplyanka a Rami, N'Zonzi o Douglas, pese a que cada una de estas operaciones tiene sus aristas y se están demorando más de lo esperado. La incertidumbre se centra ahora en la operación salida, con dos nombres propios en distintos niveles de importancia. El ruido informativo procedente de Italia y relativo a Bacca es cada vez mayor. El Milan y la Roma parecen enfrascados en una puja abierta por hacerse con los servicios del delantero colombiano, que el viernes sabrá si su selección sigue adelante en la Copa América, en la que cumplirá su segundo partido de sanción. Su voluntad será decisiva y Monchi cuenta con ella. Además, también hay dudas sobre Denis Suárez, pues el Barcelona no tiene claro ahora que pueda inscribirlo en verano, saltándose la sanción de la FIFA.

Desde Italia las informaciones apuntan a que Milan y Roma van a apostar fuerte por Bacca, dando detalles de las presuntas ofertas que están dispuestos a realizar por el goleador sevillista. Sin embargo, en el club no tienen constancia ninguna de esta realidad. Es más, hasta ayer no había llegado ninguna oferta formal por Bacca por parte de estos dos históricos del Calcio. Algunas informaciones apuntaban a que por parte de los giallorossi ya había rechazado el Sevilla una oferta de 25 millones de euros; sin embargo, fuentes cercanas al club aseguraron a este periódico que por Nervión no tienen constancia alguna de ésta ni de ninguna otra oferta formal de la Roma. Tampoco del Milan.

Según la Gazzetta dello Sport, la Roma se ha fijado como uno de sus objetivos fichar a Bacca, aunque el sueño de su director deportivo, Walter Sabbatini, según esta publicación, es Dzeko, cuyo elevado contrato con el Manchester City complicaría mucho su contratación. Otras opciones serían dos futbolistas que militan también en la Premier League, aunque en clubes de un nivel más asequible en estos momentos: Lukaku (Everton) y Benteke (Aston Villa). Pero el colombiano mantiene un altísimo cartel que llevaría al club romano a ofrecer esos 25 millones, bonus por variables aparte. El dato coincide casi a pies juntillas con esa presunta oferta que, aunque anunciada, aún no ha llegado al Sevilla.

En este juego de la confusión sobre presuntas ofertas y simples tanteos, la Roma ya sabe que el Sevilla continúa en su filosofía de remitir directamente a la cláusula de rescisión, que es de 30 millones de euros. Igual que el Milan. El todopoderoso club lombardo está necesitado de realizar un golpe de efecto después del frustrado intento de fichar a Jackson Martínez. Y en los pasillos del Sánchez-Pizjuán incluso puede sembrar más inquietud este hecho que los rumores de la Roma. El compañero de selección de Bacca se decantó finalmente por el Atlético y esto abre de par en par la entrada en la puja del club de Silvio Berlusconi, que podría usar a Rami como moneda de cambio para abaratar el precio y rebajarlo sustancialmente de esos 30 millones de euros que marca su cláusula de rescisión.

Con el Milan ya ha habido contactos, pero referidos al central francés, objetivo prioritario del Sevilla para reforzar el eje de la zaga. En Milán son conscientes del fuerte interés en el ex jugador del Valencia y podría haber una contrarréplica en forma de oferta conjunta para que haya un cambio de cromos Bacca-Rami, con un buen montante de millones por el colombiano, pero sin llegar a acercarse a los 30. Con todo, la actitud del Sevilla en todos los contactos está siendo muy clara: no quiere mezclar las negociaciones y trata cada operación por separado.

En cuanto a Denis Suárez, el interés del Barcelona podría haberse enfriado en las últimas horas. La Federación Española podría no dar el visto bueno para que el club azulgrana lo inscribiera antes de enero, que es cuando prescribe la sanción de la FIFA. En el Camp Nou confiaban en que, ya que el acuerdo para su cesión por dos años fue en julio de 2014, un mes antes de que comenzase el periodo de sanción en agosto, podría ser inscrito en este mercado estival. El Sevilla no tiene prisa por esta operación y se mantiene, como en otros casos, en un compás de espera, menos inquietante que el de Bacca, por el que el club asume el riesgo de apostar fuerte por su continuidad.