Taimado y esperando su ocasión, el Sevilla deja pasar el tiempo a sabiendas de que éste corre a su favor. La planificación, especialmente anticipada este verano, sólo tiene un último escollo, que responde a la petición de Unai Emery de un tercer delantero de corte distinto a Gameiro e Immobile. Dejando al margen el riesgo de que algún club potente tiente a alguno de los muchos futbolistas de primer nivel de la plantilla blaquirroja, no sólo Krychowiak o Vitolo, algo habitual cada verano, el delantero centra las gestiones de la dirección deportiva a falta de 13 días para el cierre del mercado, con varios nombres propios de relumbrón. El primero es Llorente, claro está. Monchi ha trasladado al entorno del futbolista y a la Juventus que el Sevilla no puede acometer la operación en los términos deseados por el club italiano y está activando otras vías. Está casi descartado, pero... Negredo es otra de las vías, aunque también es complicadísima por la reticencia del Valencia a reforzar a un rival directo. Toca esperar.

Los nombres de Llorente y Negredo no son los únicos que maneja la dirección deportiva, obviamente, pero sí son los prioritarios, siempre que se adapten a lo que está dispuesto a pagar el Sevilla. En el caso de Llorente, la Juventus aún espera que algún club dé el paso y pague un suculento traspaso por el futbolista, algo a lo que no está dispuesto el Sevilla en ningún caso, porque ya no le saldrían las cuentas tras los esfuerzos realizados con los ocho refuerzos que han llegado este verano. Llorente sí podría haber aceptado la oferta que le trasladó Monchi de tres años rebajándose ostensiblemente la ficha anual de 4,5 millones netos. Pero incluso esa oferta a la baja ya sería una operación de muchísima enjundia como para sumarle un coste de traspaso. Por ello, y dado que la Juve no cede, el Sevilla ha decidido descartar al riojano y dar traslado de su decisión... por ahora. De esta forma, espera que el jugador continúe presionando para salir y que su club propietario se ablande. La realidad es que la entidad transalpina quiere deshacerse del alto coste de la ficha de su jugador y por ahora ningún club, al margen del Sevilla, ha ido de verdad por él.

El caso de Negredo es similar. Nuno Espírito Santo no cuenta con él y no quiere un futbolista de su peso específico en la sombra y Peter Lim necesita ir cuadrando cuentas después de haber tenido que desembolsar la opción de compra obligatoria de 30 millones de euros que pactó el verano pasado con el Manchester City. El vallecano no ha cuajado en Mestalla y ha sido ofrecido al Sevilla, que ha visto con muy buenos ojos la posibilidad de repescarlo... bajo unas condiciones mínimamente viables. Y éstas pasan por una cesión, no cabe otra posibilidad, que seguramente incluiría una cláusula para impedir que jugase contra el equipo de Nuno.

Lógicamente, el Valencia es muy reticente a que Negredo se enfunde de nuevo la camiseta del Sevilla, definido ya clarísimamente como rival directo. Pero la necesidad puede obligar a los chés a hacer de tripas corazón para ceder al jugador.

Ambas posibilidades están ahí. El Sevilla actúa con calma, sabiendo que tanto una como otra son complicadísimas y que en la plantilla hay muchos hombres con gol. Aun así, Emery verá cumplida su petición y es posible que Monchi reactive otras tentativas. El director deportivo trabaja con un hermetismo total en ello.