Nikola Radicevic pone esta mañana rumbo a Santander para iniciar el camino de vuelta a las canchas. En la capital cántabra será operado por la tarde por el doctor Luis Pérez Carro de la lesión de cadera que arrastra desde el final de la temporada pasada e iniciará entonces la rehabilitación para poder volver a jugar sin molestias.

Pero el proceso será largo. Al menos cuatro meses estará en el dique seco el serbio para recuperarse de su dolencia en el labrum de la cadera izquierda. Ése es el tiempo que tardó en volver a jugar Ignacio Camacho, futbolista del Málaga que en 2009 padeció la misma lesión cuando militaba en el Atlético.

El centrocampista, intervenido también por Pérez Carro, pasó por el quirófano a principios del mes de julio, concretamente el día 7 de ese 2009, y no reapareció hasta principios de noviembre, el día 10, en un encuentro de Copa del Rey frente al Marbella. El jugador maño presentaba una lesión denominada choque femoroacetabular, que le había originado una lesión del labrum derecho (el de Radicevic es el izquierdo) y cartílago acetabular. Esta lesión ocasiona, como le pasa al balcánico, un dolor persistente que impide al deportista entrenarse y jugar con normalidad. La intervención de Camacho fue realizada mediante una artroscopia, como será con el jugador del Baloncesto Sevilla, consistente en la reparación de la lesión del labrum.

Como el club hispalense, el Atlético detectó pronto el problema, pero tomó la decisión de que fuese intervenido en verano. En noviembre ya estaba jugando. Con Radicevic se intentó que mejorase con un tratamiento específico que no fue bien, de manera que no estará disponible hasta bien entrado 2016.