La ventana
Luis Carlos Peris
En el adiós a Nacho Ansó
Un término económico, arancel, ha sido el elegido por la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) como palabra del año 2025. Definida por el diccionario de la Academia Española de la Lengua como “tarifa oficial determinante de los derechos que se han de pagar en varios servicios, como el de costas judiciales, aduanas, etcétera, o establecida para remunerar a ciertos profesionales”, arancel se ha impuesto sin demasiada oposición a apagón y otros 10 vocablos que durante el año han sido de uso habitual. Ha recibido más apoyo que el resto, seguramente impulsada por su repercusión a escala internacional y durante un periodo mucho más largo que, por ejemplo, apagón, a la que hubieran votado muchos españoles por el fenómeno estuvo en boga en España y perduró menos tiempo. No hay que olvidar que el español es un idioma que comparten 23 países como lengua oficial, además de tener gran implantación en Estados Unidos, y arancel ha estado (y está) en boca de todos.
En Estados Unidos, precisamente, es donde tuvo su epicentro arancel para extenderse al resto del mundo por obra y gracia de su presidente, Donald Trump, para quien también es la palabra favorita, que en inglés es la misma. Nada más sentarse en el despacho oval de la Casa Blanca, Trump inició una guerra arancelaria con todo país viviente con negociaciones e imposiciones comerciales, provocando serias tensiones con China, la UE y sus vecinos del norte y del sur. Su obsesión arancelaria ha hecho que una palabra circunscrita al lenguaje de la órbita económica haya sido utilizada en el día a día por el pueblo en conversaciones incluso triviales.
Trump puede, por tanto, estar satisfecho de su influencia en el lenguaje de sus vecinos, además de la que tiene en sus PIB. Y de que, también, otra palabra relacionada con él, trumpismo, estuviera entre las 12 finalistas junto a boicot, dron, generación Z, macroincendio, macrorredada, Papa, preparacionista, rearme y tierras raras. Todas, asimismo, de mucha afectación coloquial.
Arancel, por su parte, da carta de naturaleza a una realidad, como otros en años anteriores ocurrió con confinamiento (2020), vacuna (2021), inteligencia artificial (2022), polarización (2023) o dana (2024). En este caso, con mucho peso económico.
También te puede interesar
Lo último