Liga europa

En Basilea, tampoco (0-0)

  • El Sevilla deja la resolución de la eliminatoria para el Sánchez-Pizjuán tras un eficaz control pero sin suficientes ocasiones. N'Zonzi, expulsado, y Samuel se pierden la vuelta en el fortín sevillista.

Sin pasar apuros de verdad pero a la vez sin generar ocasiones clamorosas, el Sevilla obtuvo un buen empate sin goles de su visita al Basilea que deja la resolución de la eliminatoria de octavos de final de la Europa League para la vuelta en una semana en el Pizjuán. Tampoco en Suiza rompió el equipo su pertinaz racha sin ganar fuera de casa, pero el empate no parece mala cosa habida cuenta de las tremendas dudas del Sevilla como visitante.

Si el partido comenzaba con una amarilla al veterano Walter Samuel (ex Madrid, Inter o Roma) que parecía anunciar problemas para los suizos justo después de la mejor ocasión local en todo el partido (un cabezazo casi perfecto de Janko), acabó con dos amarillas a N'Zonzi rigorosas porque la primera da toda la impresión de tropezar con el rival y en la segunda es Bjarnason el que 'tropieza' con el brazo del francés cuando éste se daba la vuelta con el balón.

No podrá por tanto disponer Emery de su once tipo, ese que desplegó en el St. Jakob Park con el añadido de David Soria. Pero los titulares del Sevilla tampoco doblegaron a un equipo de buena presencia con el balón pero quebradizo sin él, algo que no aprovechó el equipo sevillano y que quedó patente con unos cambios (Konoplyanka por Vitolo y Llorente por Gameiro) que no mejoraron en absoluto al equipo.

Así, la zona media no terminó nunca de ser controlada por el Sevilla a pesar del despliegue de Cristóforo en la recuperación, y Banega siempre dio la impresión de estar muy lejos del área rival.

Con todo, el Sevilla tuvo dos opciones, una clarísima, de haber cantado bingo. Primero Banega conectó de maravilla con N'Zonzi, éste pinchó la pelota con muchísima clase y el portero Vaclik tapó el disparo un poco al bulto del francés. Otro francés, Gameiro, se plantó ante el meta local en pared con Banega pero, algo escorado, no pudo superarlo.

David Soria, cierto, no pasó apuros en ningún momento y sus intervenciones se limitaron a dos buenas paradas en jugadas invalidadas por fuera de juego. Rami y Kolodzieczjak controlaron muy bien su zona y Urs Fischer, técnico local, optó por cambiar de banda a Steffen para buscar otras opciones cuando Traoré sustituyó al lesionado Lang.

Durante demasiados minutos el respeto evitó sobresaltos por parte y parte y desde luego el Basilea, sin ser una potencia, distó mucho de ser una comparsa para este Sevilla temido en Europa a pesar de su preocupante incapacidad para transformar su dominio en triunfo cuando juega lejos de Nervión. Y Basilea, sede de la final de la Europa League, no fue una excepción y el Sevilla firmó conforme el 0-0 a la espera de mostrar su superioridad teórica en su fortín.

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