Al final el que manda es el fútbol

Para unos jugar bien al fútbol es dar espectáculo, para otros es ganar. Hacer debate de eso ya se ha dicho que es absurdo y llega a cansar. En lo que sí se podrá estar de acuerdo es en que jugar bien es escuchar al fútbol, saber lo que dice, saber lo que pide... El Sevilla de Sampaoli, sin ser muy superior a su rival, sí entendió mejor las condiciones del partido. Lo supo llevar a su terreno y, salvo en una fase en la que perdió el control del centro del campo y que coincidió con la salida de Iborra hasta que Kranevitter volvió a equilibrar la balanza numérica, mandó en un derbi trabado. Lo cierto es que no tuvo mucha llegada, el fútbol de ataque que quizá todos querían, pero tampoco era fácil por las condiciones especiales en las que se desarrolló el encuentro.

DEFENSA

El Sevilla, como en el Juventus Stadium, reforzó el centro del campo con la presencia de Iborra junto a N'Zonzi. Lo que se puede dar como novedad es que por primera vez lo hacía Sampaoli en un partido en el Sánchez-Pizjuán. Tanto ante el Espanyol como contra Las Palmas, el Sevilla se alineó con un 4-1-4-1 con el francés como único referente por delante de los centrales. O bien la importancia del partido o bien las experiencias anteriores llevaron al argentino a modificar su estilo y recuperar la disposición elogiada en la Champions por su mayor control defensivo.

Con este 4-2-3-1 mantuvo a raya la zona de creación del Betis y no entró en la dinámica de fricción que propuso el rival (lo cual no era fácil), pero sí que perdió un tanto el control de la situación cuando Sampaoli quitó esa pieza mágica -Iborra- para poner en el campo a un extremo, Sarabia. En esos minutos, el Betis tuvo mayor maniobrabilidad y empezó a asomarse al área. Coincidió ese segmento de partido casi con la salida de Kranevitter, el hombre que volvió a equilibrar la situación y que supo leer lo que el partido demandaba. Los minutos que jugó fueron perfectos y permitió al Sevilla volver a soltarse.

La presión arriba no fue tan atosigante como en otras ocasiones, mientras en los duelos individuales fueron ganadores los blancos casi siempre. Escudero defendió mucho con el cuerpo y Mariano, con vigilancia sobre Rubén Castro, no dejó espacios a su espalda.

ATAQUE

Debido a las interminables pérdidas en la salida de balón en Éibar, no hubo complejos en ponerla arriba, es decir, no fue un equipo tan relamido en esa idea tan importante para Sampaoli.

Un poco más arriba hubo movimientos de piezas para desahogar la fase de creación. Nasri, como en la segunda parte ante Las Palmas, salía de la banda para recibir atrás y ese espacio se lo iban alternando N'Zonzi, con la espalda cubierta por Iborra, y Escudero, fantástico hasta el descanso. No se generaron muchas ocasiones, también porque Franco Vázquez no era capaz de aguantar el balón y porque Vitolo no enganchaba (tampoco Sarabia cuando salió).

VIRTUDES

Otra vez la estrategia. El golpeo de Nasri hizo posible el cuarto gol a balón parado este curso.

TALÓN DE AQUILES

Le sigue costando crear espacios.

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Uno por Uno

Sergio Rico Sobrio cuando se le exigió, que no fue mucho.

Mariano Su marcaje a Rubén apenas lo dejó verse en ataque.

Pareja Rompió el fuera de juego en el gol anulado, pero no era una acción de salir. En general, estuvo solvente y serio.

Mercado Goleador inesperado tras amagar con un gran cabezazo. En defensa sufre mucho con el regate estático.

Escudero De los mejores en Turín y Éibar, cuajó una primera mitad sensacional. En ataque y defendiendo con el cuerpo.

Iborra Permitía a N'Zonzi salir y su sustitución metió al Betis en el partido. Labor segura.

N'Zonzi Otra exhibición de su sentido del juego. En largo y en corto, agrandó siempre su figura.

Vitolo No se encuentra. Quizá no aparecen los espacios y hay partidos en los que no se adapta.

Franco Vázquez Perdió muchos balones, pero ya le pasó algo parecido en Turín. Debe soltarla antes y apretar algo más.

Nasri Como en la segunda parte ante Las Palmas, bajaba a recibir para erigirse en organizador. Su golpeo esta vez dio el triunfo y las mejores ocasiones.

Vietto Buenos movimientos. Esta vez sin poder casi rematar.

Sarabia No fue el de siempre.

Kranevitter Inteligente y canchero. Su salida, clave.

Carlos Fdez. Buena contra.