Contundencia contra descaro
El derbi sevillano. Frente a Frente.
Álex Alegría supo incomodar a la defensa sevillista con su desparpajo y habilidad con el balón. Nico Pareja aportó al Sevilla la concentración y contundencia necesarias en un derbi.
En un derbi cuanto menos predecible, de mucho contacto, sin apenas ocasiones reales de peligro en la segunda mitad, en el que el Sevilla quería pero no conseguía culminar las acciones y el Betis se defendía como podía de la presión y las llegadas sevillistas, destacaron dos nombres con estilos contrapuestos: Álex Alegría, por su juventud, descaro y desparpajo sobre el césped, y Nico Pareja, por su veteranía y experiencia en partidos de este calibre, siempre bien colocado.
A pesar de que el conjunto verdiblanco estuvo más preocupado por parar los contragolpes del Sevilla, hubo un hombre que destacó especialmente en el once bético, más allá de Rubén Castro o Joaquín, nombres de peso en el ataque. Álex Alegría presionó arriba, supo replegarse, bajó a recibir al centro del campo y ayudó al capitán verdiblanco por la banda derecha. Fue un soplo de aire fresco para el ataque de los de Heliópolis.
Con poco trabajo, Sergio Rico sólo llegó a sentirse incómodo con el joven extremeño rondando su área. Lejos de amedrentarse, peleó balones aéreos con un portento como N'Zonzi y controló bien los saques largos de Adán, que siempre buscaba al joven delantero ascendido al primer equipo desde el Betis B.
Los dos goles que marcó ante el Granada, los primeros en Primera, dieron un plus de confianza a Alegría y convencieron a Poyet de colocarlo en su once titular en un partido de vital importancia, normalmente reservado para los más veteranos. "Si no lo alineara estaría loco", comentaba Poyet en rueda de prensa, y estuvo acertado con esta afirmación, pues el joven proveniente del Cacereño aportó la intensidad y potencia arriba que les faltó a Rubén Castro y Joaquín, moviéndose bien de espaldas a la portería sevillista, y fue una pieza clave en la presión que busca el técnico uruguayo.
De haberse sumado al marcador el gol a pase de la muerte del delantero canario, habría sido una noche redonda para un futbolista joven con tablas que, a pesar de su corta estatura, es hábil con el balón.
Contrapuesto al delantero, se encuentra Nico Pareja. Concentrado en todo momento, aportó la templanza y cabeza fría en defensa para repeler algunas llegadas de peligro, pocas eso sí, que tuvo el Betis sobre todo en la segunda mitad del encuentro.
Como argentino que conoce su oficio, del gusto de Sampaoli, fue contundente cuando tuvo que realizar alguna entrada, mantuvo la posición y no se complicó, tampoco en las salidas con el balón, en un partido que por momentos se volvió un auténtico correcalles.
El central ayudó y bloqueó, mandó a sus compañeros, supo tocar y desplazar correctamente el balón en defensa. Si bien es cierto que en el gol anulado al Betis fue él el responsable de romper el fuera de juego de Rubén Castro, poca importancia tuvo cuando el árbitro decidió anularlo.
En definitiva, ambos son los representantes actuales de dos estilos dispares. Los nervionenses son un equipo en construcción fundamentado en el conocimiento del oficio, igual que los verdiblancos con la diferencia de que apuestan por futbolistas con proyección. Álex Alegría aún es un proyecto de futuro para Poyet, mientras que Pareja es y seguirá siendo una realidad para Sampaoli.
También te puede interesar
Lo último