El Cajasol, muy pendiente de esta temporada en la que vuelve a pertenecer a la élite de la Liga ACB, no cesa en su empeño por mejorar con vistas al futuro. Juan Llaneza trabaja en la planificación de la próxima campaña, siguiendo jugadores, atento a los vídeos de piezas golosas que pueden llegar, pidiendo informes sobre la actitud de algunos baloncestistas, y ya tiene a más de uno en el punto de mira al objeto de estar bien colocado en la puja por hacerse con los servicios cuando el verano se vaya acercando.

Uno de ellos es Martynas Gecevicius. ¿De quién se trata? Los aficionados a la Euroliga seguramente se hayan topado con el nombre de este lituano en la presente campaña, pues ha jugado contra Unicaja. Es una de las principales perlas del baloncesto lituano, un exquisito lanzador que no ha cumplido aún los 22 años -lo hará el 16 de mayo- y que mide 1,93 metros.

Maneja un alto porcentaje, superior al 45%, en los 10 encuentros que ha disputado esta campaña en la máxima competición continental de clubes, con un promedio mayor de 14 tanto en puntos como en valoración. Amén de sus cualidades técnicas, en su perfil aparece la ambición como una de sus principales virtudes. Ha explotado este curso, pues el año anterior estaba demasiado tapado en su equipo, el Lietuvos Rytas, por Eidson y Lukauskis. Además, tiene el honor de haberse llevado seis títulos con los bálticos en la anterior temporada: Liga, Copa y Supercopa bálticas, liga y copa lituanas y Eurocup.

El Cajasol sigue muy de cerca su evolución y, no en vano, ha estado a punto de contratarlo cuando Maurice Ager decidió marcharse a su país para jugar en la NBDL tras su triste paso por España. La primera opción para suplirlo era Coby Karl, pero éste decidió apurar sus posibilidades de militar en una franquicia de la NBA. Gecevicius era una de las alternativas. Su club está pasando un mal momento económico y veía con buenos ojos vender a uno de sus mejores jugadores. El escolta tiene dos años más firmados en el Lietuvos Rytas y allí entienden que es un buen negocio sacar una tajada suculenta por él.

Llaneza se le ofreció a Plaza, pero éste, que considera a Gecevicius como un jugador de futuro, prefería fichar ahora a alguien que tuviese experiencia en una competición tan dura y exigente como la Liga ACB. Ésa fue la razón por la que se decidieron por Rubén Douglas en vez de por el chaval báltico. Aun así, sigue estando en la recámara y en el club hispalense ya han hablado con el representante del jugador para poder aspirar a contratarlo cuando concluya el presente ejercicio.

No obstante, no será una tarea fácil, ya que hay un puñado de equipos de primer orden en el concierto continental que pueden estar interesados en un jugador con la progresión de Gecevicius, que en caso de que llegara a San Pablo heredaría el testigo de otro lituano que marcó huella en Sevilla, Slanina. En cualquier caso, hasta dentro de unos meses no habrá novedades del báltico.