Queda un mundo para comience la próxima Liga ACB; de hecho, aún no ha acabado una de las semifinales de la presente edición. Aun así, y pese a que en el Cajasol van con pies de plomo por lo mucho que piden los agentes, que no cuadra con las cuentas que maneja el club sevillano, el mercadeo estival, a falta de dos semanas para que se inicie el verano, ya ha empezado.

Hay tres piezas con las que a toda costa a Joan Plaza le gustaría contar para el curso venidero: Earl Calloway, Tariq Kirksay y Dusko Savanovic. Por ahora, sus representantes han disparado el salario de los tres y tendrán que bajar un buen tanto para poder siquiera aspirar a la renovación.

Calloway tiene la intención, según comunicó antes de irse a su país a descansar, de continuar su carrera en España, aunque si le llegara una jugosa propuesta de otro país, no tendría problemas en hacer el petate. No en vano, el Maccabi Tel-Aviv se ha fijado en el cajista, que acababa contrato el 30 de junio, como uno de los posibles refuerzos para la próxima temporada. Amén del aliciente de poder volver a jugar la Euroliga, el sueldo en el equipo hebreo mejoraría significativamente el que ha tenido esta campaña en Sevilla. En cualquier caso, no hay nada por el momento y, es más, su apoderado le ha hecho saber a la directiva hispalense que sólo negocia con el Cajasol y que por tanto tiene a Sevilla como prioridad.

A pesar de que Plaza y Llaneza tienen a Calloway como primera baza para dirigir al equipo en el futuro, el director deportivo, que está junto a Leo Chaves en el Eurocamp de Treviso viendo a jugadores jóvenes, incluidos Satoransky y Freimanis -ambos se enfrentaron ayer con cero puntos para el checo y 8 para el letón-, tiene una baraja de alternativas por si se diera el caso de que Calloway no continuara en San Pablo. Uno que está en la pole position es el estadounidense Jamont Gordon, el actual base de la Cibona de Zagreb, precisamente el equipo de donde vino Calloway el verano pasado.

Gordon es un joven director de 23 años cumplidos el pasado marzo, 1,94 metros y que ha causado sensación en Croacia. En 15 partidos en la Euroliga, promedió casi 14 puntos, cerca de 5 rebotes, alrededor de 4 asistencias y 2 robos, mientras que sus números mejoran en los duelos de la liga croata, donde juega la final contra el Zadar, con medias de 19,6 puntos, 5 rebotes, 4,7 asistencias y 1,8 robos.