Entrevistas

"Si España sale del euro para volver a la peseta sería una catástrofe"

  • l Josep Borrell (La Pobla de Segur, Lérida, 1947) es hoy un referente intelectual del PSOE y un político reconocido en Europa.

Es ingeniero aeronáutico, doctor en Ciencias Económicas y catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Complutense. Fue ministro de Obras Públicas, también candidato del PSOE a la Presidencia (aunque luego dejó a Almunia) y presidente del Parlamento Europeo. Ahora es presidente del Instituto Universitario de Europa, con sede en Florencia. Esta semana presentó en Sevilla La crisis del euro, del que es autor junto a Andreu Missé. Es uno de los firmantes del documento Mucho PSOE por hacer.

-En la presentación de su libro dijo que la crisis nos ha pillado descolocados…

-Pilló descolocados al Gobierno, al sistema financiero y a la sociedad española.

-¿Por qué?

-Porque vivíamos en una burbuja inmobiliaria que creaba empleo y nos hacía creer que éramos más ricos. El euro nos trajo tipos de interés más bajos y financiación abundante. Zapatero dijo que el sistema financiero era de los más sólidos del mundo. No era verdad.

-¿Los dirigentes europeos se han equivocado?

-Nadie tuvo conciencia en Europa de la gravedad de la crisis. Merkel decía que no había que ayudar a los bancos, hasta que algunos quebraron. Los europeos creímos que era una crisis americana. Pero los bancos estaban llenos de activos tóxicos.

-¿Qué medidas se deberían adoptar con urgencia?

-En estos momentos el problema más grave es la falta de confianza en los mercados de deuda pública. Se necesitan intervenciones del Banco Central Europeo, el único que puede calmar los mercados, y especialmente con la financiación a tipos de interés sostenibles. Ningún Gobierno puede resistir con la deuda a un tipo del 7%. El BCE hace poco, tarde, lento y sin ganas.

-¿Cuál es el mayor problema del euro?

-Los europeos pusimos en marcha un experimento peligroso. El euro es una moneda a la que le falta un Banco Central que sea el prestamista en última instancia.

-¿El euro podría ser devaluado?

-Es que no tiene detrás una política de cambio. Los chinos sí y los americanos también, aunque no lo reconozcan. Las monedas son instrumentos políticos. Los europeos actuamos ingenuamente, sin una política de cambio, y el euro es víctima de la guerra con otras monedas. El euro está sobrevaluado por un dólar débil.

-¿España podría volver a la peseta para devaluarla?

-Sería una catástrofe total. En mi libro explico por qué. Se puede salir, pero ¿cuánto valdría la nueva peseta? Eso no lo fijaría Rajoy, sino los mercados. Y con la desconfianza que crearía, se hiperdevaluaría.

-Algunos han afirmado que eso sería mejor.

-No lo es. Se puede salir del euro, pero las deudas que tenemos seguirían pagándose en euros. La hipoteca la tenemos en euros. Si se hiciera un cambio desventajoso y se pagara en pesetas, sería como si nuestras deudas hubieran aumentado.

-¿Haría falta en Europa una especie de Plan Marshall?

-Para empezar, haría falta en África del Norte. El Mediterráneo es una frontera desigual. No obstante, Grecia necesita un Plan Marshall. En sus actuales condiciones, necesita crecer. Si no hay ayudas, no lo conseguirá.

-¿Qué le parecen las medidas que ha anunciado Rajoy para España?

-No son muy concretas. Veo que ahora acepta las medidas del Gobierno socialista que antes criticó, como la edad de jubilación. Es curioso que los partidos están en contra de ciertas medidas en la oposición y a favor cuando llegan al Gobierno. Esto lo hemos analizado en Florencia, y se ve que cambian los gobiernos, no las políticas.

-¿Cree que Rajoy hará lo mismo que Zapatero?

-El PP votó en contra y ahora propone taza y media. Igual hizo la derecha en Portugal y en Grecia. En Portugal hicieron lo mismo corregido y aumentado. Las reformas de Zapatero se aprobaron con el rechazo del PP, salieron tan sólo por un voto. Si se hubiera perdido aquella votación, España hubiera sido intervenida. Es triste que ocurra esto.

-¿Es necesario que los bancos asuman más pérdidas por la burbuja inmobiliaria?

-No sirve de nada mantenerlas ocultas. Los créditos están paralizados por unos balances frágiles. Las pérdidas están ahí. Es como la deuda pública. ¿Quién sufre esas pérdidas? Pues los accionistas de esos bancos y los dirigentes. Antes de poner más dinero en los bancos, hay que reducir los sueldos multimillonarios de la cúpula bancaria, que están engordados de forma obscena.

-¿Ha fallado la supervisión de los bancos?

-Es evidente. Hemos vivido el saqueo de cajas de ahorros, ante la mirada complaciente del Banco de España. Las críticas que hizo Rajoy son merecidas.

-¿Zapatero ha sido víctima de las circunstancias o de sus propios errores?

-Zapatero ha vivido unas circunstancias difíciles, pero no siempre acertó. El mayor error fue proclamar que no había crisis, cuando lo sabían hasta los botones. Después, cuando cambió, no supo explicarlo.

-¿Qué debió hacer?

-Era un momento para haber tenido un ministro de Economía muy político, con capacidad, que supiera explicar al país lo que estaba pasando. Eso ha faltado.

-Para liderar el PSOE, usted apoya a Chacón antes que a Rubalcaba.

-De momento, ninguno es candidato. Antes de preguntar por nombres, hay que preguntar por el proyecto.

-¿En esa línea va el documento que ha firmado?

-Pienso que debemos despersonalizar y plantear un debate, como hicieron los socialistas franceses. Primero estuvieron trabajando en un proyecto y luego buscaron las personas. Sin embargo, en el PSOE parece que hay demasiadas prisas, se ha convocado un congreso demasiado pronto.

-Cuando tengan un proyecto, ¿Carme Chacón sería una buena candidata?

-Si hay que escoger… Lo que sí quiero decir es que me pareció absurdo el planteamiento de Bono por la militancia de Chacón en el PSC. Yo fui elegido en las primarias como candidato del PSOE, siendo militante del PSC. ¿Por qué no lo podría ser Chacón?

-¿Y a usted no le apetecería ser candidato?

-Pues no. Yo tengo casi 65 años, y no es mi momento.

-Lo suyo, cuando renunció a liderar el PSOE, ¿fue una oportunidad perdida?

-Estoy convencido de eso, fue una oportunidad perdida, pero hay que ser consciente de los tiempos.

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