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Convención del PP en Sevilla

“Me pasa como a Mourinho, a algunos les gustas y a otros no”

  • Rajoy se relaja con los jóvenes del PP en la Convención Nacional en Sevilla y muestra su cara más convencional: deportista y fumador.

A favor de corriente, inevitable en estos casos, Mariano Rajoy mantuvo un encuentro con la cantera de su partido en la Convención Nacional que se celebra en Sevilla en el que rompió una lanza a favor de la clase política, criticó la acumulación de cargos de confianza, defendió como de costumbre a la familia y subrayó que lo importante son las personas. Hasta ahí, todo muy habitual, muy enlatado.

Hasta que, a vueltas con la familia, habló de sus hijos, y a partir de ellos del deporte, y a partir del deporte de su intento por dejar de fumar. Con tanto acto público y tanta cámara detrás, igual la Ley Antitabaco le ha afectado poco. Menos que a otros, seguramente. No se mostró muy convencido de conseguir dejarlo: “Es que no es fácil...”

A preguntas de algunos de los presidentes regionales de Nuevas Generaciones, Rajoy defendió la familia y las personas como motores de la sociedad, subrayando que los gobiernos sólo están para “garantizar libertades y servicios, pero lo importante son las personas”.

Rajoy relató alguno de los problemas de su exposición pública. De entrada, a su hijo de 11 años no le gusta nada que paren a su padre por la calle: “Se acostumbrará, espero. No debe de ser fácil para un niño de 11 años llamarse Mariano Rajoy”, dijo. “Hay gente a la que no le gusta nada su padre”.

“Me pasa como a Mourinho, a algunos les gustas y a otros no. Son cosas de la vida”, reflexionó el líder nacional del PP. “Parece difícil y poco razonable pedirle a la prensa se meta menos con los políticos”, añadió.

Rajoy repasó su trayectoria (30 años) y revindicó a la clase política: “Hay gente que trabaja mucho. Los políticos somos como los demás. Tenemos una exigencia mayor porque somos servidores públicos, pero las generalizaciones son injustas”. Allá por 1981, con 26 años, entró como diputado regional en el primer Parlemento de Galicia. Entonces había otros debates, pero más acalorados aún que ahora: “La capitalidad de Santiago ahora no se discute, pero entonces acabó a bofetadas. Los representantes por La Coruña de todos los partidos votaron por La Coruña. Los representantes de todos los partidos del resto del Galicia votaron por Santiago”.

Recordó Rajoy sus primeros pasos en política para criticar la acumulación de asesores del presidente del gobierno. “Fui director general en la Diputación de Pontevedra sin despacho y sin secretaria, y sin gabinete de prensa ni equipo. No se puede cumplir la función pública así, pero no había nada. “Ahora se han pasado. Un presidente no puede nombrar 60 asesores porque no tendría tiempo ni para que le asesoren; y solapan a funcionarios, que se desmoralizan. Y los hay muy competentes”, relató, optando por eliminar lo superfluo “para ahorrar y servir”.

“Se ve que estás en forma”, le dice un cachorro del PP al preguntarle por el deporte. “Está claro que pregunta un amigo”, responde Rajoy, que detalla su agenda de fitness. “Me levanto a las 7 y hago al menos una hora de ejercicio todos los días. El deporte ayuda a conservar el equilibrio”. “Pensando en este fin de semana, por si acaso estuve haciendo dos, para tenerlo ya cubierto”, bromeó. “Cuando Ana Mato no me programa un acto, me gusta ir los domingos por la mañana a ver a mis hijos jugar al fútbol; también discuten con el árbitro”.

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