Cultura

Cruz y Ortiz, "un buen espejo en el que mirarse"

  • Rafael Moneo ensalza la profesionalidad de los sevillanos, que ayer recibieron en el Senado la Medalla de Oro de la Arquitectura

El Consejo Superior del Colegio de Arquitectos de España entregó ayer la Medalla de Oro de la Arquitectura 2014 a los arquitectos sevillanos Antonio Cruz Villalón y Antonio Ortiz García, del estudio Cruz y Ortiz. En el acto, que se celebró en el Senado y estuvo presidido por el presidente de esta cámara, Pío García Escudero, arquitecto de profesión, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, Cruz Villalón agradeció el galardón en nombre de los dos y reflexionó sobre la evolución de la profesión arquitectónica y sobre su trayectoria profesional, a la vez que defendió el "sano eclecticismo", que les "ha permitido evitar el entusiasmo" y tener "voluntad de independencia, voluntad de profesionalidad y dominio del oficio" para "mantener la debida proporción de todos los componentes de la arquitectura".

El arquitecto Rafael Moneo fue el encargado de pronunciar la laudatio sobre los dos arquitectos sevillanos que son, dijo, "un buen espejo en el que mirarse" los jóvenes arquitectos y cuya exitosa y amplia carrera profesional pone de manifiesto que "cuando un arquitecto se enfrenta a la realidad sin esquivarla y asumiendo la responsabilidad que la sociedad deposita en su trabajo, es posible alcanzar las metas con las que uno ha soñado".

Moneo afirmó que el estudio Cruz y Ortiz es "ejemplo de trabajo colectivo" y que, en él, "la profesionalidad no es óbice para mantener vivo el interés intelectual", ya que siempre han estado próximos al medio académico. Además, ensalzó de su quehacer el respeto a lugares y programas, la precisión lingüística, el buen sentido en la construcción y en los materiales, la seguridad de las secciones o la calidad en las plantas.

El arquitecto navarro no pasó por alto que este año ha concentrado varios reconocimientos hacia los arquitectos sevillanos al culminar su intervención en el Rijksmuseum, de Amsterdam, que "sintetiza y da razón de su credo como arquitectos". En ese sentido, Moneo señaló que el espacio holandés recoge las que han sido "constantes" en su trabajo, "el respeto a la ciudad y las buenas prácticas constructivas", que han permitido que "vuelva a instalarse en la ciudad como el monumento simbólico que siempre fue". La intervención de Cruz y Ortiz en el Rijksmuseum permite una "atrevida tramoya que unifica espacios y hace posible un nuevo y diverso uso de los mismos" de modo que, "sin alterar su estructura, establece un nuevo sistema circulatorio con una actitud abierta e integradora. Por ello ha recibido las mejores críticas de expertos y del pueblo llano", concluyó Moneo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios