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Paçalin Zef Pavaci. Concertino invitado de la ROSS

"El pasado no lo conozco, pero el futuro aquí es muy prometedor"

  • El violinista albanés participa hoy y mañana en su segundo programa de abono con la Sinfónica, tocando obras de Albéniz, Sallinen y Shchredín

La peripecia vital de Paçalin Zef Pavaci podría ilustrar el eje común de la presente temporada de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), Los sonidos del Mediterráneo. Nacido en Albania hace 47 años, afincado desde hace más de dos décadas en Italia, y muy familiarizado con la música del turco Fazil Say, con el que la orquesta estrena este año la figura del compositor en residencia, este violinista profundamente marcado por el magisterio de Lorin Maazel será, junto al titular Eric Crambes, el concertino invitado de la Sinfónica para esta temporada.

Visitó por primera vez Sevilla hace dos semanas, para interpretar Sheherezade, el poema sinfónico de Rimsky-Korsakov, y aún está conociendo la vida en la ciudad, pero de momento resume la experiencia en "un amor a primera vista". Hoy y mañana participará en su segundo programa con la ROSS -cuarto de abono-, que bajo el título Sombras de España reúne obras de Albéniz (Corpus Christi en Sevilla), Sallinen (Danzas nocturnas de Don Juan Quijote) y Shchredrín (Carmen Suite), con dirección del armenio Vahan Mardirossian y Víctor García como violonchelo solista.

"La orquesta me encanta porque es muy internacional, se hablan en ella muchos idiomas, conviven muchas culturas, y eso hace que tocar juntos sea aún más estimulante", dice Pavaci, que ha recalado en la orquesta por deseo expreso de su director artístico, John Axelrod. "Hemos trabajado juntos muchísimas veces, y a mí me encanta hacerlo por una cuestión que diría que tiene que ver con la química. Para los músicos se trata de algo fundamental; y él, con ese carácter que tiene, positivo y alegre, contagia siempre su entusiasmo. Lo he comprobado en todas las orquestas donde hemos coincidido", dice este músico que se formó en Tirana, la capital albanesa, más por la voluntad del padre, reputado tenor en el país en los tiempos de la dictadura estalinista de Enver Hoxha, que por la suya. "Empecé con 6 años. Y odiaba el violín con toda mi alma. Pero en fin, mi padre sí quería... A los 14 años cambió todo: descubrí que me encantaba. Con 24 me fui a Italia. Y hasta ahora...".

"Creo que es muy bueno para la ROSS contar con Axelrod", dice, regresando al presente. "El pasado no lo conozco", afirma educada pero categóricamente sobre los últimos tiempos en el seno de la orquesta, turbulentos por los recortes presupuestarios y el ambiente envenenado entre la plantilla y Pedro Halffter. "Pero sí puedo decir que en las dos semanas que llevo aquí he detectado una energía muy positiva. Lo digo con total sinceridad: he necesitado muy poco tiempo para pensar que el presente y el futuro aquí es muy prometedor", añade el violinista, que en España ha trabajado con la Sinfónica de Castilla y León y la Orquesta Nacional de España, con la que tocó el pasado septiembre la Segunda de Mahler. Es todo cuanto conoce por ahora del panorama actual de la música clásica en España, admite, pero le basta para concluir que la ROSS está "absolutamente en el primer lugar" por su "enorme potencialidad".

Cuando sale en la conversación el nombre de Lorin Maazel, se emociona visiblemente. Más tarde, al coger su violín para la sesión fotográfica, en el interior de su funda aparece un retrato del gran violinista, compositor y director de orquesta fallecido en julio de 2014 a los 84 años. "El primer día me temblaban las rodillas, literalmente me costaba trabajo estar de pie. Durante 28 años toqué mucho con él, pero lo que había entre nosotros iba más allá de la música; digamos que la música era la confirmación de todo. Fue una gran amistad. Y cuando te dirigía, era como estar ante Dios. Aunque en realidad fue más bien como un segundo padre para mí. Hablaba con él, cocinaba para él, comíamos y bebíamos juntos. Yo estaba con él cuando murió. Pero cuando pienso en él no me acuerdo de eso, me acuerdo de la enorme riqueza que supuso tenerlo en mi vida".

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