Los hermanos Grimm en la zarzuela

El Maestranza cierra su temporada con 'La bruja', de Chapí, que se grabará para Deutsche Grammophon · Sin alterar el argumento, los responsables del montaje lo han convertido en un cuento fantásticol 'La bruja'. Desde hoy hasta el sábado, a las 20:30, en el Teatro de la Maestranza. Entradas de 22 a 45 euros.

Una de las escenas de 'La bruja', la zarzuela de Ruperto Chapí, ayer, durante el ensayo general celebrado en el Teatro de la Maestranza.
Una de las escenas de 'La bruja', la zarzuela de Ruperto Chapí, ayer, durante el ensayo general celebrado en el Teatro de la Maestranza.
Francisco Camero / Sevilla

07 de julio 2009 - 05:00

El Teatro de la Maestranza cierra estos días su temporada con su cita anual con la zarzuela, un género que el curso siguiente aparecerá mucho antes en su calendario: en enero, con Los sobrinos del Capitán Grant, de Manuel Fernández Caballero. Pero eso será el año que viene. Ahora es el momento de La bruja, de Ruperto Chapí, una producción del Teatro de la Zarzuela con dirección musical de Miguel Roa y escénica de Luis Olmos que se representa con doble reparto en el coliseo hispalense desde esta noche hasta el sábado. Las funciones, además, serán grabadas y editadas previsiblemente por el sello Deutsche Grammophon.

"Es una obra hermosa, maravillosa. Hace mucho hincapié en el poder de transformación, mediante la fe y la esperanza", dice la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera. "Y además en el elenco hemos logrado tener una magia muy especial", añade la intérprete, que hará el papel de la bruja hoy, el jueves y el sábado. Los días restantes, la encargada será la soprano cordobesa afincada en Sevilla Carmen Serrano. Desde el estreno de este montaje, en 2002, el elenco prácticamente no ha variado, lo que ayuda, dicen sus responsables, a "contagiar" esa complicidad al público y a encarar con garantías una obra vocalmente "exigente", según Olmos, y de formato espectacular (entre músicos, coro y bailarines habrá hasta 300 personas sobre el escenario).

La bruja -"uno de los puntales líricos" españoles de la segunda mitad del siglo XIX", en definición de Roa- cuenta la historia de una mujer prematuramente envejecida debido a un hechizo invocado por dos pretendientes rechazados y despechados. Para recuperar su juventud, el único remedio que le queda a esta anciana centenaria pasa por ser la destinataria de un acto de amor inequívoco. El "terrorífico" libreto original, "casi un sinsentido" y con un desarrollo argumental que se quiebra y "no se resuelve dramáticamente", explica Olmos, ha sido aligerado, especialmente en los diálogos. El director de escena también ha dado una pátina de unidad a la obra, que en su versión original daba grandes saltos, desde el relato para niños al universo de la novela gótica. "He apostado por darle al montaje un aire abiertamente fantástico, próximo a los cuentos del los hermanos Grimm, para crear un mundo más sugerente", afirma Olmos, que vivió su primer acercamiento al mundo de la zarzuela con este espectáculo "muy potente visualmente" y "atractivo para todos los públicos, desde los niños a los mayores".

José Bros asume otro de los roles protagonistas; un trabajo, dice, "más difícil incluso que el de Doña Francisquita, porque no te da ni un momento para relajarte un poco y cualquier intervención es de una gran envergadura". Por cierto que el tenor, uno de los cantantes más internacionales del panorama nacional, que volverá la próxima temporada a Sevilla para cantar la ópera de Donizett La favorita. Al catalán le acompañarán en el elenco vocal Albert Montserrat (que se reparte con Bros el papel de Leonardo), Susana Cordón, Marta Moreno, Carmen Belloch, Julio Morales y Fernando Latorre, entre otros.

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