Cultura

Rafael Ortiz, 25 años después

  • La galería de la calle Mármoles estrenará la temporada de sus bodas de plata con obras de la artista riojana Natividad Bermejo · Báez, Palomino y Zush-Evru serán otros protagonistas del próximo curso

La única galería sevillana que participó en la última edición de Arco viaja la semana próxima a Santander para representar a sus artistas en la gran feria estival de la creación contemporánea. Rafael Ortiz desembarca en la capital cántabra con obras del veterano Luis Gordillo o del emergente Miki Leal, entre otros creadores que se han sumado a su catálogo, uno de los más cotizados de la escena española.

Pero antes de partir, los responsables de la sala ubicada en la calle Mármoles han dejado lista la programación del próximo curso, en la que intentarán mantener las cotas de calidad alcanzadas en los últimos doce meses, que vieron pasar por estos muros a Equipo 57, Curro González, José María Yturralde, José Miguel Pereñíguez o el leonés Daniel Verbis, cuyas pinturas y esculturas cerraron la temporada.

Este año tiene un cariz especial porque se cumplen los primeros 25 años del desembarco de Rafael Ortiz y Rosalía Benítez, su esposa, en la calle Mármoles, tras haber iniciado su aventura como galeristas en el local que el padre de él poseía en el barrio de Santa Cruz, en la Plaza de Alfaro. Para celebrar la efeméride, Rafael y Rosalía diseñan un programa de actividades que tendrá su epicentro en la exposición que revelará los tesoros de su colección particular, en la que tienen cabida el arte contemporáneo y el diseño industrial del siglo XX.

Pero antes, a partir del 22 de septiembre, la sala reanudará la actividad con la visita de la artista afincada en Pontevedra Natividad Bermejo (Logroño, 1961). "Admiramos mucho a esta creadora, que ya participó en la colectiva Reacción en cadena con una pieza que ubicamos junto a la de Yturralde. Desde hace años queríamos brindarle este espacio para ella sola y al fin ha llegado la ocasión. Dedicaremos las dos plantas a su obra, que es muy pictórica y reflexiva", explica Rafael de esta mujer que suele plasmar sus obsesiones sobre dibujos gigantescos en blanco y negro.

Para su consagración sevillana, Natividad Bermejo prepara una instalación que indaga en las guerras y los conflictos mediante la representación de una fiesta, una verbena, de países combatientes. "Veremos banderas, balas fundidas, paredes perforadas... a través de los cuales Natividad explora las convulsas relaciones entre hombre y naturaleza", explica Rafael Ortiz. Un proyecto que guarda sintonía con varias propuestas que la riojana ha desarrollado en su producción reciente, como su serie sobre la taxidermia, donde dejaba patente su curiosidad por los experimentos científicos y su interés por la dualidad civilización y barbarie.

Con posterioridad, y para despedir 2009, "regresará un buen amigo", el artista José María Báez. "Tanto a él como a nosotros nos hacía muchísima ilusión que volviera a exponer coincidiendo con el primer cuarto de siglo de la sala, ya que es uno de los artistas que mejor se ha identificado con nuestro proyecto. Está preparando un trabajo muy bonito que consta de dos partes: una serie de obras de medio formato, que se mostrará en la planta inferior; y una instalación de papeles en tamaño A4, una especie de diario de bocetos que lleva preparando desde hace diez años, y que se ubicará en la planta alta".

Báez (Jerez, 1949), que actualmente reside en Córdoba, en cuya galería Carlos Bermúdez acaba de exponer Nada es para siempre, una hermosa reflexión sobre la existencia y el agotamiento de los lenguajes y géneros artísticos, es "un andaluz esencial, tanto en su papel de creador como de comisario y teórico", pondera Rafael Ortiz.

Tras el paréntesis navideño, 2010 arrancará con Jesús Palomino, que ya mostró aquí una trepidante instalación sobre vehículos y paisajes urbanos antes de estrenar en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo una instalación sonora influida por la obra de John Cage. Después, confiesa Rafael Ortiz, todavía es posible algún giro en el calendario previsto. "Intentaremos cuadrar las fechas para poder acomodar a todos los artistas que ansiamos ver aquí en 2010" y que son, junto a Palomino, otras firmas habituales como Zush-Evru (Barcelona, 1846) y el escultor británico Richard Wentworth (Samoa, 1947), un creador, profesor y teórico que trabajó para Henry Moore y del que Ortiz celebra su interés por las posibilidades metafóricas de los objetos cotidianos. Además, la galería se asomará a la inquieta realidad artística de Brasil, México y Argentina, "cuyos artistas, como demuestra la Bienal de Sao Paulo, nos merecen toda la atención".

Esa actitud curiosa y exigente caracteriza el trabajo constante que ha hecho de esta galería una firma de prestigio internacional. "Ante la crisis económica, el mercado se degrada. Es el peligro de bajar la guardia. Por eso hay que mantener firme tu criterio, buscar soluciones específicas para tu trabajo. Y nunca, nunca, hay que conformarse", enfatiza Rafael Ortiz.

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