Los seguidores de las aventuras de Harry Potter han demostrado una vez más que nada, ni siquiera un sol de justicia, puede frenarles. Ayer por la tarde, con temperaturas que llegaban a los 45 grados, una gran cantidad de personas, en especial jóvenes, se agolpaban ante una valla del Nervión Plaza para ver a tres de los protagonistas de la última película protagonizada por el joven aprendiz de mago, Harry Potter y el misterio del príncipe. Concretamente, los actores Evanna Lynch (Luna Lovegood), James y Oliver Phelps, (los gemelos Weasley) desataron la locura cuando aparecieron ante sus fans. En ese momento una ola de gritos, cámaras de fotos y ejemplares de los libros escritos por J. K. Rowling para ser firmados se alzaron en un abrir y cerrar de ojos.

La expectación por ver a estos actores fue refrendada por personas como Sara, una joven de 24 años que afirmaba venir expresamente para ver a los protagonistas. "El personaje de Luna me encanta , vive en su mundo y es un puntazo", afirmaba. De la misma manera pensaba Verónica, de 18 años, que iba acompañada por tres amigas refiriéndose a los hermanos Weasley. "Son mis favoritos, molan mucho", decía. La mayor parte de estos fans se caracteriza por haber visto ya la película, como Antonio, de 19 años quien afirmaba que "faltan muchas cosas del libro pero está bien, es una película más adulta".

Después de la firma masiva de autógrafos, los actores pasaron a la sala donde el filme iba a ser proyectado y respondieron a una pregunta cada uno. De las declaraciones llama la atención lo dicho por Evanna con respecto a cómo se incorporó al reparto, concretamente en la anterior película, Harry Potter y la Orden del Fénix (David Yates, 2007). "He pasado de ser fan a protagonista", explicaba en referencia a que se enteró por casualidad del casting y consiguió que la llevaran a hacer la prueba para conseguir el papel de Luna. Por su parte, Oliver Phelps declaró estar encantado con España y con el cariño que la gente le había mostrado.

El acto de presentación concluyó con un sorteo en el que diez de las personas que habían comprado una entrada para ese pase tenían el privilegio de hacerse una foto con los tres actores, junto con un póster firmado y algunos regalos adicionales, hecho que supuso una gran alegría para los afortunados que oyeron pronunciar el número de fila y asiento de sus entradas.

Con este acto, el público pudo tener un agradable sabor de boca antes de asistir, algunos por segunda vez, a la proyección de la película que sirve de antesala para el gran desenlace previsto para el año 2011.