Cultura

Regresa un 'Turandot' "grandioso"

  • El Maestranza recupera en versión "mejorada" su producción de la ópera de Puccini realizada en 1998 · El estreno se celebra el jueves y el montaje se podrá ver, con elenco doble y estelar, hasta la próxima semanal 'Turandot'. Jueves y viernes de esta semana, y lunes, martes, jueves y viernes de la próxima en el Maestranza. Todas las funciones a las 20:30. Entradas agotadas.

Doce años después, el Teatro de la Maestranza recupera su producción del Turandot de Giacomo Puccini, que llega ahora remozada, con un nuevo planteamiento escénico en el que todo es "más grande" y "mejor", desde los músicos a los figurantes, pasando por los cantantes, repartidos en un elenco doble en el que se encuentran algunas de las voces más importantes de la lírica actual, a pesar de la ausencia a última ahora de Ainhoa Arteta, anunciada al comienzo de la temporada. El público ha respondido de antemano -todas las localidades, más de 10.000, están vendidas ya- a esta concentración de primeras figuras, calificada por el director artísitico del Maestranza y de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), Pedro Halffter, como "un acontecimiento cultural", un "esfuerzo extraordinario" que quedará marcado en la historia del espacio del Paseo Colón.

El montaje se estrena este jueves y se representará hasta la semana que viene. Maria Guleghina, unas de las grandes divas de la escena internacional a la que toma el relevo Janice Baird los días 19, 23 y 26; Josep Ruiz; Alexander Vinogradov; y el matrimonio formado por el tenor Fabio Armiliato (le sustituye Marco Berti en las mismas funciones de Baird) y Daniela Dessì (Norah Amsellem en el elenco alterno) protagonizan esta ópera sobre "una mujer inteligente que quiere a un hombre inteligente", como la define Sonja Frisell, encargada de una puesta en escena inspirada en la que preparó Jean-Pierre Ponnelle para un montaje estrenado en La Scala de Milán en 1998.

Ambientada "en un tiempo de fábula y en una ciudad de fábula", que remite a la Ciudad Prohibida de Pekín pero no lo es exactamente, la historia cuenta un momento decisivo en la vida de Turandot, una princesa que manda invariablemente a sus numerosos pretendientes a la muerte, incapaces como son todos de mostrarle su alma u otros argumentos que no sean su fuerza o habilidad para domar caballos. "Yo soy muy romántica", se declara Frisell, y por eso adora esta obra, pues demuestra, a pesar de su apariencia de obra "dura", que "el amor es lo que da importancia a la vida y lo que mueve el mundo".

Un punto en el que coinciden tanto Guleghina como Dessì, dos prestigiosas sopranos que han trabajado en un ambiente de "armonía y simpatía, lo que no es tan habitual", admite entre risas la última. "Es una obra sobre el amor, sí, sobre dos tipos de amor, el divinizado y el terrenal", añade Dessí sobre este papel que canta "muy poco" pero que aprecia de manera especial por tratarse de "la última heroína pucciniana". Lo que destaca Guleghina es el "trabajo muy íntimo" y atento a "la psicología de los personajes" realizado junto a Frisell, gracias a la cual ha descubierto "cosas nuevas", la "única manera de crecer y seguir adelante", dice esta cantante que regresa a Sevilla con ímpetu renovado después de haber dado a luz hace un par de meses.

La directora de escena aclara, por si hiciera falta, que Turandot es "un drama, no un show". "La lírica es para mí la forma artística con más grandeza que existe", sigue Frisell, por lo que no tiene sentido convertirlo en un "espectáculo", como tantos en los que "se tira el dinero" en efectos y luces, ni entrar a "competir con los conciertos de rock". De lo que se trata, insiste, es de "limpiar el alma", de que el público abandone la representación "renovado por dentro". Algo a lo que contribuye de manera crucial la música, que asume la tarea de reflejar "los sentimientos más profundos del ser humano".

Halffter, que dirigirá desde el foso a los músicos de la Sinfónica, explica al hilo de estas palabras de Frisell que precisamente por ese motivo, su intención ha sido en todo momento recrear el tono de fábula de la historia. El público escuchará pues una música de "gran colorido, de un colorido fabuloso", para subrayar con esa "grandiosidad" a los espectadores que lo que están contemplando no es "la realidad, sino algo extraordinario".

Ya en su condición de responsable artístico del Maestranza, Halffter dice que la expectación suscitada por esta ópera, al margen de que es "lo más emocionante que le puede pasar a un programador", confirma que el teatro "está en el camino correcto". Y explica además que los ensayos se grabarán en vídeo para promocionar en otros espacios el alquiler de la producción y rentabilizar la inversión.

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