VERDADERAMENTE, las cosas no se han explicado bien, o no se han entendido bien, y que la Feria se haya retrasado tanto resulta muy difícil de comprender. Y lo más extraño de todo esto es que se haya desaprovechado el Uno de Mayo para que se produzca una invasión de forasteros en el Real. Creo que con la semana que mañana termina había suficiente cortafuego entre las dos grandes fiestas y, de esa guisa, la Feria podría ser denominada de Abril, que para Mayo ya tenemos Jerez y Córdoba. La razón oficial para que el invento de Ybarra y de Bonaplata pierda su nombre es puramente económica, pero tampoco parece bien que la tradición, que una imagen de marca como es la simbiosis de Sevilla y abril, sea arrumbada de esta manera. La pela es la pela, claro está, pero cuando las cosas pierden su casto nombre resultan difícil de explicar y, sobre todo, de comprender.
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