MI Sevilla infantil, ¡tan sevillana!¡Cuál muerde el tiempo tu memoria en vano!

(A. Machado)

Estamos en los últimos días de abril, el tiempo en el que nuestra ciudad vive para la fiesta. Aún se mantienen en el aire los últimos sonidos y aromas de la Semana Santa, cuando ya nos preparamos para la Feria de Sevilla, ni de abril ni de mayo. Decía José María Izquierdo: "...si algún día la Feria desaparece, quedará de ella no sólo un recuerdo artístico, sino una esperanza vital: el ensayo de una ciudad ensoñada". Esa esperanza vital de la que habla el poeta es la energía que nos mueve durante el disfrute de la Feria. Una energía tan poderosa que convierte la materialidad del recinto ferial en algo secundario. Que supera cansancio e incomodidades. Que pasa por encima del tiempo. Una energía que está compuesta del deleite de miles de momentos, de instantes únicos, de todos los buenos ratos vividos en ese recinto.

Y, por si fuera poco, el Real Club de Enganches de Andalucía lleva trabajando incansable para el mayor auge del Paseo de Caballos y Enganches, hasta conseguir que la Exhibición de la mañana del domingo previo a Feria, en la Plaza de la Maestranza, sea ya por pleno derecho el gran prólogo y pórtico de la Feria. Una exhibición única por el marco, por el número y calidad de caballos y carruajes y por la maestría de todos los participantes. Este año, y a lo largo del fin de semana, Sevilla se convierte en Capital Mundial del Enganche, con varias actividades que desde el viernes al domingo harán que los carruajes recorran nuestras principales plazas y calles, con especial protagonismo de la Plaza de España, el Parque de Maria Luisa, toda la ronda histórica, las plazas del Triunfo y de Virgen de los Reyes, y calles Adriano y Antonia Díaz. Un excepcional desfile de coches de caballos por el casco histórico de la ciudad. Sin duda una ocasión única de contemplar una verdadera exposición de carruajes antiguos al uso, un verdadero museo viviente del arte del enganche que interesará al sevillano y al visitante de la ciudad.

El Real Club de Enganches de Andalucía es presente, pero, sobre todo, es futuro. Siempre me ha interesado encontrar en mi trabajo, y en Sevilla, el enlace entre tradición y modernidad. Cómo intentar conseguir la permanente utopía de un mundo mejor, un lugar en el que se alcanzan los ideales de nuestro futuro sin renunciar a nuestros orígenes. El Club de Enganches ofrece una vía, un camino. Una opción del encuentro entre lo urbano y lo rural en Andalucía. Entre protección patrimonial y deporte de alta competición. Y una muestra de cómo se puede contribuir al desarrollo de Andalucía, desde la aportación privada y organizada. Una labor de años y del día a día. Decía Manuel Machado: Hasta que el pueblo las canta,/las coplas, coplas no son,/y cuando las canta el pueblo,/ya nadie sabe el autor. Así parece suceder con la Exhibición de Enganches de la Maestranza. ¡Qué maravilla!, crear una actividad aceptada por todos y que las gentes de nuestra ciudad la consideren una más de las fiestas que se celebran en la primavera de Sevilla.