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Helena Arriaza

Ella baila sola

LOS jueves por la noche veo Gran Hermano, pero el otro día hice una excepción. A ratos vi el reality y a ratos el programa ¿Bailamos? que en Canal Sur presentan Toñi Moreno y Poty. Después de cinco emisiones ya era hora de ver algo pese a la pereza que me provocaba. Me quedé perpleja. No sé por qué me sorprendí, porque lo normal es que la cadena pública andaluza estrene programas de baja calidad, pero siempre tengo la esperanza de que el buen trabajo llegue. Pero si siguen elaborando formatos como este la caída en picado de la audiencia continuará y será merecida. Ya la promo del programa es de lo más hortera que hemos visto en los últimos tiempos. La presentadora bajando las escaleras intentando parecer una princesa de Disney, aunque muy lejos de conseguirlo. El coreógrafo con los ojos vendados hablando a cámara hasta que ella llega a quitarle la venda. Y como colofón un baile en un salón de lo más clásico. Solo con ver el anuncio ya huele a rancio, olor que aumenta al ver el programa.

Cuando el jueves comenzó ¿Bailamos? se me vinieron a la cabeza Mira quién baila y Más que baile. El logo y el plató eran una mala imitación de los programas en los que los famosos luchaban por ser el mejor bailarín. Una imitación, como era de esperar, mal hecha. Tras unos minutos en los que no pronuncié ni media palabra por lo atónita que me quedé por fin pude articular dos frases. ¿Qué necesidad hay de bailar en este programa? ¿Para esto ha quedado Toñi Moreno? Supongo que lo de bailar se debe a que de alguna forma hay que diferenciarse de programas como Sorpresa Sorpresa o Hay una cosa que te quiero decir. Si ya se asemejan en el dramatismo de los testimonios de familiares y amigos que quieren pedir perdón a sus allegados, personas que necesitan reencontrarse con alguien de su pasado o en llevar a plató a gente que quiere que toda Andalucía se entere de sus problemas, Canal Sur ha tenido la mala idea de acompañarlo del baile. El protagonista de la historia y el sorprendido preparan una coreografía con Poty. ¿Con quién sino? Parece que en el mundo no hay más coreógrafos que él y Miriam Benedited. Qué cansinos.

No es hasta el día del programa cuando el sorprendido averigua quien es la persona con la que va a bailar. Que por cierto, algunos lo único que consiguen es hacer el ridículo con sus movimientos. Si quieren hacer un programa de historias sentimentales entre dos personas, ¿por qué no se limitan a que los protagonistas entren en plató, se queden sentados, y cuenten lo que les ocurre?

La segunda pregunta que me hice anoche tenía que ver con la presentadora. Recuerdo a Toñi en su labor al frente de 75 minutos, uno de mis formatos preferidos de Canal Sur. Hasta ahí bien. Todo cambió cuando encandenó Tiene arreglo, Entre todos y su intento de redención en TVE con T con T. No saber diferenciar el trabajo de lo personal, alguna que otra metedura de pata y su dramatismo hicieron que su labor como veterana quedase en el olvido.

Esperemos, por un recambio mejor, que en Canal Sur Toñi siga bailando casi a solas y se vean forzados a cancelar el programa.

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