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Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Griñán sentencia al Betis

SIN encomendarse a nadie, el presidente de la Junta entró ayer en terrenos pantanosos: se atrevió a decir que el Betis se merecía bajar a Segunda, porque lo hizo mal durante la temporada. Griñán criticó que se destituyera al entrenador Paco Chaparro en abril; en su opinión, esas cosas no dan nunca resultado. Aunque al Español quitar a Mané para poner a Pochettino le haya ido de cine, con perdón. Tampoco los fichajes del Betis este año le han gustado al presidente, porque en su opinión no se han hecho en función de un proyecto determinado. Sospecho que Griñán se apunta, sin decirlo, a la manifestación convocada el lunes para pedirle a Lopera que se marche. Y el dueño del Betis, consciente de que le van a criticar por tierra, mar y aire, acaba de anunciar el fichaje como entrenador del cordobés Antonio Tapia, que tan excelente campaña ha hecho con el Málaga.

A Griñán le gusta el fútbol, aunque él respira por la causa colchonera. En el pecado lleva la penitencia, porque el Atlético de Madrid tuvo de presidente a un sujeto de la laya de Lopera, Jesús Gil, que por cierto se dedicó a la política con éxito. El problema de estos personajes es que se cargan el prestigio de los clubes y luego cuesta la misma vida recuperarlo. Gil fue alcalde de Marbella por mayoría absoluta desde 1991 hasta que tuvo que dimitir en 2002, condenado por corrupción, al desviar dinero del Ayuntamiento al Atlético. Sostenía que era víctima de un complot del Estado. Hasta que un tribunal le inhabilitó por delincuente.

También se dedicó a la política Augusto César Lendoiro, el presidente del Deportivo de La Coruña. Fue concejal, diputado, senador y presidente de la Diputación por el PP. También secretario general de Deportes de la Xunta. Al final se profesionalizó y gana el 1% del presupuesto del club. Lendoiro fue el hacedor del Superdepor que ganó una Liga y dos Copas del Rey. Pero el más famoso político convertido en dirigente futbolístico es Florentino Pérez, que volvió hace semana y media a la presidencia del Real Madrid y ya ha fichado a Kaká por 65 millones y apalabrado a Villa por 37. Y cuentan que tiene otros 200 millones dispuestos. Florentino fue concejal de la UCD en Madrid, director general del Ministerio de Transportes y subsecretario de Agricultura. Tras la desaparición de la UCD, todavía le quedaron ganas de ser secretario general del Partido Reformista que lanzó la fracasada Operación Roca en 1986. Fue un perdedor en política, pero ganador de dos Ligas y una Copa de Europa en su anterior mandato presidencial.

Pero Griñán tiene otro modelo futbolístico, el del Sevilla, con un director deportivo "fuera de serie", y un proyecto que incluye mantener al entrenador de la cantera, que tiene sentimientos sevillistas. Eso es lo que el presidente dice que quiere para el Betis. Lo que no dice es lo que no quiere para el club verdiblanco, pero se le nota todo.

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