Los Palacios y Villafranca

El Ayuntamiento trasladará a otro edificio el archivo municipal incendiado

  • El Consistorio no tiene el informe sobre las causas. El 70% de la documentación histórica se ha salvado.

Cuando el pasado sábado se cumplió un mes del incendio en el archivo municipal de Los Palacios, siguen sin conocerse las conclusiones de la investigación de la Guardia Civil para determinar si el fuego, que se inició de madrugada, fue o no intencionado. La investigación está bajo secreto de sumario, según recordó ayer el alcalde, Juan Manuel Valle (IP-IU), quien mostró su extrañeza por la tardanza y quien confía en que en cuanto haya un diagnóstico fiable se lo comuniquen, como parte afectada.

El regidor sí anunció que, una vez que la documentación se recupere, el archivo no volverá ya al edificio del Ayuntamiento, en el que este miércoles era perceptible el olor a humo y hollín y que se está pintando, sino a otro justo enfrente: el que ahora acoge las delegaciones de Agricultura y Medio Ambiente. Para acondicionarlo ya siguiendo el protocolo que marca el Ministerio de Cultura para el material bibliográfico, se utilizará dinero del patrimonio municipal de suelo, que debe ir a inversiones, y se espera obtener ayudas de la Diputación y de la Junta. Antes, el proyecto debe pasar por el Pleno.

Los avances y las buenas nuevas de estos 30 días tienen que ver con el trabajo, sin precedentes conocidos, que se está haciendo para ordenar, secar, recuperar y salvaguardar mucha documentación que, en un primer momento tras el incendio, cuando los bomberos pretendían entrar con palas para sacar el material, se dio por perdida. Según el archivero y artífice del proceso, Julio Mayo, los libros más antiguos, cuatro de arbitrios de Villafranca de la Marisma y el Libro del Becerro, siguen a buen recaudo. En cuanto al resto de documentación histórica, en su mayoría ya perteneciente al siglo XX, el 70% está "aún viva" y el porcentaje podría crecer. La mayoría de estos libros, algunos de los cuales sí que han perdido la cubierta, están custodiados en una habitación de un hotel, que está colaborando con la iniciativa, a 15 grados y, como el resto, vigilados.

Mayo hizo este miércoles un repaso somero por las distintas décadas y dio algunos apuntes de la importancia que para la memoria colectiva tiene el esfuerzo que está haciendo. Hasta 1910 se han perdido las actas de pleno o están muy afectadas, aunque podrán reconstruirse con los asientos contables y los anuncios del Boletín Oficial de la Provincia, que ya existía en la época. Es importante para los historiadores, sobre todo, por las huelgas campesinas, y el "despertar del liberalismo" que reflejan. Como en los años 50 ocurre son los problemas de los "bailes agarraos" que autorizaba el Ayuntamiento y le enfrentaban a la Iglesia", según citó como ejemplos. Se han salvado además bastantes documentos de la II República y la Guerra Civil, que se han despiezado para tratarlos con papel secante. Se ha recuperado gran parte de la fototeca y el acta del primer pleno tras la dictadura en 1979.

En cuanto a los documentos administrativos más recientes, Mayo no se atrevió a dar cifras, pero puede que se haya perdido más de dos tercios. En las instalaciones incendiadas había más de 8.500 cajas de archivo definitivo, de cartón, de las que no se sabe aún a ciencia cierta si podrá salvar una parte pequeña, aunque Mayo se empeñó en trasladar a la nave en la que se analizan esos restos hasta el "lodo" que quedó en el suelo tras la extinción. El archivero quiere mantener documentos, como órdenes de pago, quemados en más de un 50% y ya fechados a partir de 1977, cuando podría destruirlos, por el valor de los documentos anexos: facturas en las aparecen los nombres de Fernanda y Bernarda de Utrera, contratadas para el Festival de la Mistela, o el trabajo creativo de las imprentas de Los Palacios.

Entre la documentación de Secretaría e Intervención que se ha perdido está, destacó el alcalde a preguntas de los periodistas, buena parte de los originales que sirvieron para denunciar alguno de los casos que investiga la Fiscalía y que tiene las fotocopias compulsadas y que ha reunido documentación de otras administraciones.

Mayo incidió este miércoles en la colaboración de voluntarios y de empresarios palaciegos, que han donado cajas de la conocida fruta del municipio, pertinentemente preparadas, para aprovechar su diseño en el proceso de secado de los legajos, en los que también se coloca, folio a folio, papel secante. Un empresario de Tarifa ha cedido un archivo compacto, de los que se mueven con manivela, valorado en 12.000 euros, sólo a cambio de que fueran a recogerlo y lo desmontaran. Otro empresario de Los Palacios pero radicado en Dos Hermanas, Juan Valle Santos, está sufragando las cajas de cartón antihumedad para el material ya recuperado.

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