A Julio Mayo, responsable del archivo municipal de Los Palacios, le gustaría que el titular  de las informaciones que recuerdan que hoy - 5 de septiembre- hace dos años del incendio que a punto estuvo de arrasar la documentación administrativa e histórica que es su afán desde hace décadas, hablaran de una nueva etapa. De que el archivo que durante más de un año estuvo en una nave, en improvisadas salas de urgencia, en bancos o cedidas por establecimientos hoteleros con las condiciones térmicas adecuadas, volvió hace meses al Ayuntamiento, cerca de los vecinos y la administración a los que sirve, que pueden disponer de los documentos más recientes, salvados en su mayoría. Está en unas instalaciones mejoradas, con un archivador compacto que cedió un empresario de Tarifa, sin vanos a la calle y con materiales ignífugos. 

Menos accesibles son, por ahora, los legajos del archivo histórico. Aunque el archivero explica que atiende a  investigadores y les orienta -hay documentos que están digitalizados-, la mayoría de los originales no pueden verse. Están "estabilizados", no recuperados al completo, o despiezados. En esta labor pendiente están teniendo colaboraciones de excepción, como la de expertos del Archivo de Indias, que trabajan con varios libros de cuentas y arbitrios del siglo XVIII, de gran valor, afectados por las llamas y la intervención de los bomberos para enfrentarlas. 

Pero, enfrascado en una labor que se puede calibrar contemplando las fotos del archivo extendido en la nave, Mayo no puede precisar cuántos meses quedan para que toda esa memoria esté disponible. Cuanto antes, le gustaría a él mismo y a los voluntarios que le han acompañado en este trabajo. Existían protocolos sobre cómo recuperar el papel deteriorado por los años, recuerda, pero no tras una "hecatombe" de este tipo, con fuego y agua. Ellos -restauradores, historiadores, operarios jubilados, expertos en humedades...- han sentado el precedente, con sensatez y medios simples: papel secante entre folio y folio, tendederos para libros, palés sobre vallas para aislar del suelo, cajas de plástico usadas en la huerta palaciega para apilar con la ventilación precisa. Mayo ha recorrido Andalucía dando conferencias a otros expertos.  

El alcalde, Juan Manual Valle, visitó ayer las instalaciones y anunció que en 2016, coincidiendo con los 180 años de la unión de Los Palacios y Villafranca, habrá una exposición en la que el archivo recuperado será protagonista. Mayo aclara que se intentará difundir además cómo ha sido el proceso de salvamento, cómo es y cómo funciona un archivo, cómo se puede entender la historia de un pueblo a través de los documentos elementales de cada tiempo y desde ellos reconstruir la historia de Andalucía o del país. 

El incendio se originó la madrugada del 5 de septiembre de 2013 e inicialmente el propio gobierno de IP-IU apuntó a que podía haber sido intencionado: la limpiadora que avisó, antes de ver las llamas, oyó una rotura de cristales; la Policía había acudido a un falso aviso de robo a una pedanía y esa noche ardieron tres contenedores. La tensión política estaba en un punto álgido, conocidos los resultados de las auditorías del Ayuntamiento y la empresa municipal, se tramitaban denuncias y la Fiscalía pedía documentación. Las imágenes y la polémica se coló en los telediarios. Un mes después la Guardia Civil certificó que fue fortuito. A los dos años, el trabajo de los voluntarios y el archivero municipal ha logrado que el titular sea otro.