Sevilla

Marta tampoco está en Majaloba

  • La Policía da por terminados los rastreos en la finca tras tres días de búsqueda El Gobierno promete seguir buscando el cuerpo y recuerda que la investigación está abierta

Marta tampoco está en Majaloba

 La Policía da por terminados los rastreos en la finca tras tres días de búsqueda  El Gobierno promete seguir buscando el cuerpo y recuerda que la investigación está abierta

Dos y media de la tarde. La Policía se retira de la finca Majaloba tras tres días de intensa búsqueda del cadáver de Marta del Castillo. Sólo queda la excavadora que pasará unas horas más tapando los agujeros practicados en el terreno para dejar el suelo tal como los agentes se lo encontraron antes de comenzar el último rastreo. Lo que el mediodía del martes había arrancado con una ilusión quizás desmesurada, sobre todo tras recibir el informe del georradar, terminaba con la más absoluta de las decepciones.

El padre de la víctima, Antonio del Castillo, que ha estado a pie de zanja las 26 horas que la Policía ha pasado levantando Majaloba, se para para atender a la prensa. Decepcionado, sí, pero sin venirse abajo, convencido de que su hija fue enterrada en algún punto de la carretera A-8002, que conecta Sevilla con La Rinconada, y fortalecido por la promesa de la Policía de seguir buscando el cuerpo de Marta.

Atrás queda más de un año de investigación en esta nueva línea, varias visitas a la cárcel de Morón de la Frontera para entrevistarse con el asesino, Miguel Carcaño, para tratar de concretar el lugar en el que supuestamente arrojó con su hermano el cadáver de Marta, cientos de horas revisando una y otra vez todas las declaraciones del caso, buscando de nuevo a los testigos de la primera fase de la investigación y preguntándoles una y otra vez por lo que vieron, y varios rastreos en distintos puntos de la finca Majaloba.

Los agentes del Grupo de Menores (Grume) y el comisario jefe de la brigada provincial de Policía Judicial, José Martínez de Mandojana, estaban convencidos de que encontrarían el cuerpo de Marta del Castillo en la zona que hasta no hace mucho ocupaba un maizal. El optimismo de los policías y de la familia creció con el resultado del informe del georradar, que detectó al menos siete puntos calientes en los que se había registrado un movimiento de tierras.

Tanta era la ilusión que los agentes ni siquiera esperaron al informe definitivo de las pruebas realizadas por el geofísico Luis Avial, que también se había mostrado convencido de que encontrarían a Marta del Castillo en este terreno. Con el informe preliminar en la mano, que recibieron al mediodía del martes, los investigadores se desplazaron a Majaloba y abrieron varias zanjas con una excavadora. No importó que el termómetro marcara más de 35 grados para ponerse a cavar, bajo el sol de las cuatro de la tarde. Tan convencidos estaban de que podían hallar los restos que situaron a la prensa a una distancia mayor que otras veces, impidieron el vuelo de un helicóptero teledirigido y equipado con una cámara de vídeo y amenazaron con multar a los reporteros que tomaran imágenes desde el coche.

La aparición de unos escombros y de los restos de una antigua obra de una tubería en el subsuelo de Majaloba llevó a pensar que esta vez sí, que estaban ante la versión buena. Carcaño, en su séptimo relato del crimen, aseguró a los policías que lo entrevistaron en prisión que lanzó el cuerpo a una zanja con escombros, que podría ser aquella que la excavadora estaba reabriendo en la tarde del martes. No aparecía ningún indicio de Marta, pero siguieron cavando en torno a la tubería según las indicaciones marcadas por el experto del georradar. No importó que se hiciera de noche y continuaron con la luz de los faros de la excavadora y con los de un furgón de antidisturbios aparcado al otro lado de la carretera. A las once de la noche decidieron dejar la búsqueda para el día siguiente.

El miércoles retomaron los trabajos a primera hora y abrieron más zanjas. A mediodía se habían revisado ya todos los puntos del georradar sin encontrar nada. Ya casi sin esperanzas, entre la tarde del miércoles y la mañana de ayer se abrieron más de 120 zanjas que coincidían con los puntos de empalme de la tubería a lo largo de más de 700 metros. A las dos y media se dio por terminada la búsqueda. La delegada del Gobierno, Carmen Crespo, mostró su solidaridad con la familia de Marta del Castillo y le prometió que la investigación seguirá abierta. Lo hizo sólo un día después de, contagiada del optimismo de la Policía y de la familia, apuntar que la búsqueda acabaría "de la forma que todos queremos".

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