Emasesa aprobó este lunes las tarifas correspondientes a 2014, así como las cuentas para dicho ejercicio. Los nuevos precios contaron con el apoyo unánime de los alcaldes de la junta general y con los votos en contra de la oposición en el consejo de administración. La empresa confía en cerrar el ejercicio con resultados positivos, aunque la caída del consumo es cada vez más acusada. Para conseguir el equilibrio presupuestario ha sido necesario, según la dirección de la empresa, revisar las tarifas de saneamiento, "pues son sus conceptos de gastos los que están creciendo de manera importante en los últimos años", detalló el consejero delegado de Emasesa, Jesús Maza, que concluyó que la factura no se incrementa, sino que incluso desciende hasta el mes de mayo y luego se equipara a la que se ha venido pagando en 2013, debido al incremento del canon de depuración.

La explicación es la siguiente: la factura del agua se compone de tres partes en función de la administración o entidad que recauda, aunque la gestión completa del cobro corresponde a Emasesa al cien por cien. La primera parte de la factura corresponde a lo que ingresa el Ayuntamiento, donde hay varios cánones; la segunda al Ayuntamiento, destinada al cobro de la tasa de basura, y la tercera a la Junta de Andalucía, que cobra el canon de depuración, que se calcula en función de dos componentes: uno fijo, que supone un euro al mes por vivienda, y otro variable, que se cobra a 0,6 euros por metro cúbico consumido. Se supone que la Junta de Andalucía debe dedicar el dinero recaudado por este canon al cumplimiento de las exigencias europeas en materia de depuración, pues a partir de 2015 habrá multas en caso de infracciones. Emasesa tiene margen de maniobra en la parte de factura cuyos ingresos van íntegros a su caja, de tal forma que apostará por una simplificación de cánones que le permita redistribuir su recaudación a los fines que más necesita ahora mismo la compañía, que arrastra una deuda de 218 millones de euros.

Pero lo que para Emasesa es una maniobra para hacer frente a gasto corriente, para la oposición es una estrategia que esconde algún truco. ¿Cuál? Según explicó este lunes el portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, el dinero recaudado será empleado "en gastos corrientes", pero no en "inversiones que reactiven la economía". Un argumento que fue compartido por Izquierda Unida y por la asociación de consumidores y usuarios Facua, que apuntó un poco más y avisó que en dicha maniobra de Emasesa se elude la bajada de precio derivada del fin del canon de mejora de infraestructuras que los clientes venían pagando desde 2001 y cuya vigencia concluye el 31 de diciembre de este año. Así, según Facua, los consumidores no podrán beneficiarse pues se incrementa más de un 27% el canon por saneamiento domiciliario del agua, algo que consideran "desproporcionado". "Emasesa ha adelantado" a este año, intencionadamente, la finalización del canon de mejora de infraestructuras que se venía pagando desde 2001 y tal extremo afectará especialmente a las inversiones porque las mismas eran afrontadas precisamente con la recaudación de dicho canon", denunció IU.

Por otra parte, el PSOE defendió en el consejo de administración un reglamento con "garantías para que no haya corte de suministro de agua en el caso de las familias que acrediten que todos sus miembros están en paro", así como "bonificaciones" para que la factura del agua se ajuste a los "ingresos" reales de las familias.

A este respecto, el consejero delegado de Emasesa, Jesús Maza, recordó que hay un plan vigente que consiste en que, a petición de los servicios sociales, Emasesa puede aplazar el pago de las facturas durante más de un año, y establecer con los interesados fórmulas de pago acorde con sus posibilidades.