Uno de los efectos que la crisis provoca en la educación es el creciente número de puestos escolares que dejan libres los inmigrantes. El vacío lo ha constatado la propia Junta en los últimos cuatro años. Sólo en un curso se han registrado 700 escolares menos procedentes del extranjero. La provincia de Sevilla constituye la excepción a esta tendencia, ya que se ha registrado un leve repunte de dicho alumnado, para el que la Administración educativa mantiene diversos programas para su integración en el aula.

Los datos de la Consejería de Educación constatan una tendencia que ha ido pareja al declive económico. El empobrecimiento del mercado laboral ha reducido las posibilidades de empleo para muchas familias que venían de otros países con el objetivo de desarrollar trabajos que ahora llevan a cabo españoles tras el desplome inmobiliario. Ante este panorama un buen número de inmigrantes han decidido abandonar España y otros tantos han borrado la península como destino para un futuro laboral. Andalucía no permanece al margen de la situación, que se evidencia en las cifras de la escolarización.

Este curso los inmigrantes que ocupan plaza en los centros educativos andaluces se eleva a 102.174, lo que supone una merma apenas perceptible del 0,68%. Pese a que la cifra parezca insignificante, tiene especial importancia si se tiene en cuenta que la incorporación de este colectivo a las aulas andaluzas no ha dejado de crecer desde principios de este siglo, cuando sólo sumaban 14.500 alumnos. El apogeo de la construcción provocó una masiva llegada de extranjeros a los colegios e institutos, por lo que en 13 cursos esta cantidad ha aumentado un 604,65%. Sirva de ejemplo lo ocurrido en Sevilla. Los datos más antiguos se refieren al curso 2005/06, cuando en los centros de esta provincia había matriculados 5.566 alumnos. A principios del pasado septiembre dicho número alcanzó los 12.553, esto es, en ocho años los escolares inmigrantes aumentaron su presencia un 125,53%.

En el caso de Sevilla, este crecimiento no ha sido regular, sino que como en el resto de Andalucía ha ido de la mano de los sobresaltos económicos. Así, el curso en el que se incorporó un mayor número de extranjeros fue el de 2006/07, cuando la escolarización del colectivo aumentó un 25,7%. El último año en el que el porcentaje de subida superó los 20 puntos fue el de 2008/09. Desde entonces el incremento ha ido menguando hasta el punto de que el año pasado la cifra era prácticamente idéntica a la de septiembre de 2011. Este curso, por contra, sí se ha registrado un leve repunte del 1,52%, subida que en poco se asemeja a la de la década pasada.

Sevilla es la tercera provincia andaluza en acoger a más inmigrantes en colegios e institutos. La que escolariza a un mayor número de estos estudiantes es Málaga, con 29.053. Le sigue Almería, con 27.101, y tras la provincia sevillana, Granada, con 10.587. Las de menos extranjeros matriculados son Jaén (3.305), Córdoba (4.007) y Cádiz (7.627). Sin embargo, el peso de estos estudiantes en cada provincia resulta distinto. De este modo, los inmigrantes en el alumnado sevillano representan el 2,8%, porcentaje inferior al de la media andaluza, que se sitúa en el 5,4%. Donde los escolares procedentes de otros países adquieren mayor relevancia porcentual es en Almería y Málaga (más del 6%) y Huelva y Granada (entre el 4% y 6%).

Para atender a esta comunidad la Junta puso en marcha hace varios años distintas medidas que facilitan la inclusión social a través de diversos programas que siguen vigentes pese a que el Gobierno retirara la aportación económica. Así, los alumnos inmigrantes disponen de aulas de adaptación lingüística (ATAL) que este curso cuentan con 250 profesores y que van dirigidas a estudiantes extranjeros de entre 8 y 16 años que se organizan en grupos de no más de 12. Dicha asistencia les permite reforzar el aprendizaje del español fuera del horario escolar. A esta actividad se suma la de los mediadores de las entidades sin ánimo de lucro, que facilitan la inserción.

Por continentes, Europa es la mayor emisora de alumnos inmigrantes, al suponer el 35,14%. Le sigue África (34,68%), América (23,88%), Asia y Oceanía, que suman el 5,68%. En este reparto destaca la gran presencia de estudiantes rumanos, que en el caso de la provincia sevillana superan ya al número de marroquíes.

Para los menores de ambos países la Consejería de Educación desarrolla desde hace algunos años un programa de lengua y cultura árabe y otro similar para los de origen rumano, con el fin de que los niños mantengan el vínculo con los países de procedencia.