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Los hermanos Lumière en Sevilla

  • El sentido de la vista. El alcalde de Carmona, arquitectos de Écija y un médico de Villanueva del Río y Minas. El triunfo de la provincia en la capital.

Aun lado, los caños de Carmona; al otro, la carretera de Carmona. Por eso, mientras que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, inauguraba en el teatro Lope de Vega la décima edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla (¿la españolada está en Europa? hay un gran especialista en el género llamado Luis Navarrete), el alcalde de Carmona, Juan Ávila, asistía a la inauguración de las nuevas instalaciones en la calle Juan Antonio Cavestany de Tecnoláser Clinic Visión, muy cerca de la estación de Santa Justa a la que llegarían algunas de las estrellas invitadas al festival.

Dos acontecimientos relacionados con el sentido de la vista, como si los hermanos Auguste y Louis Lumière, los visionarios de Besançon, se hubieran repartido el trabajo. Juan Ávila es un político curioso. Para empezar, desde 1979 es la primera vez que gobierna en Carmona, en los dominios del parador y del Estatuto que se redactó entre sus paredes, el Partido Popular.

Ávila ha llegado a la política a costa de ir abandonando vocaciones. Dejó la Medicina muy pronto; dejó el fútbol pese a una prometedora trayectoria. Todavía en edad de juvenil, firmó la ficha del primer equipo del Sevilla cuando lo entrenaba Luis Cid Carriega, el tercer portero después de SuperPaco y Gustavo Fernández. Cuando llegó Miguel Muñoz, prescindió de los servicios de este guardameta con nombre de místico. Juan Ávila militó en el Sevilla Atlético, donde tuvo de entrenador a quien años después sería destacado político socialista José Antonio Viera y colgó sus botas en el Jaén por culpa de una lesión de espalda.

La inauguración de la nueva sede de Tecnoláser, con música de violín de Aida y Lucía López Borrego y de chelo de Débora de la Fuente García, es una prueba de la voluntad de los pueblos. Un triunfo sin discursos y sin retórica. El doctor Federico Alonso Aliste, director médico de la clínica, es natural de Villanueva del Río y Minas. Los jóvenes arquitectos Fernando González Beviá y Fernando Gómez Moreno que han hecho el proyecto tienen el estudio en Écija; el primero firmó el plan general de Villanueva del Río y Minas, patria chica del arquitecto Joaquín Díaz Langa, de cuna minera, autor de proyectos como el Gran Briz o las instalaciones del Náutico, nombre clave de la arquitectura sevillana de la posguerra cuya placa todavía se puede ver en su casa de la calle San Vicente.

El festival de cine y la clínica se hermanaban con la presencia del alcalde de Carmona, municipio que registra la mayor densidad de películas rodadas por habitante en toda España, desde El reino de los cielos de Ridley Scott al Belmonte de Agustín Díaz Yanes, sin olvidar la adaptación del crimen de los Galindos que a partir de la novela de Alfonso Grosso dirigió el director carmonense Vicente Barrera con Lola Flores y Amparo Muñoz en el elenco artístico.

Alonso Aliste estuvo acompañado por nombres ilustres de la oftalmología sevillana: Jesús Montero, hijo y hermano de profesionales de esa rama de la medicina; Francisco Argüeso, con clínica en Virgen de Luján; o Antonio Uceda, curioso profesional de la cirugía del ojo que tiene estudio en Sevilla y en Manchester. Un sevillano (originario de Jaén) que trabaja donde se fueron Jesús Navas, de Los Palacios, y Negredo, hijo de un taxista de Vallecas, y que alguna vez se ha cruzado en las calles de Manchester con De Gea, que también fue tercer portero, como Juan Ávila, y que pasó del Atlético de Madrid al equipo que entrenaba Sir Alex Ferguson.

En los guardametas, la vista es la que trabaja. Son los que no ven los goles. El político que antes pasó por el fútbol y la medicina, y que trabajó en la empresa familiar de inyección de diésel, ha puesto una pica política en el Flandes de Carmona, donde también se rodó parte de Alatriste. En Carmona fue en dos elecciones la candidata más votada Maribel Montaño, que fue reina maga pero nunca alcaldesa por una versión local de la pinza. Sí llegó a la Alcaldía Sebastián Martín Recio, que antes de ser alcalde de Carmona lo fue de Manzanilla, cantera de taberneros.

Los hermanos Lumière se encontraron a mitad de la noche en los caños de Carmona, ilustre presencia de un topónimo que trajo hasta la capital a embajadores como el escritor y periodista José María Requena, el medievalista y biógrafo de Fernando III y su hijo Alfonso X Manuel González Jiménez y el bioquímico Manuel Losada Villasante, gloria universal de la ciencia andaluza, discípulo de Severo Ochoa, para quien promovió una placa recordando el curso que el Nobel asturiano estudió en el instituto san Isidoro, en la muy cinematográfica calle Amor de Dios con dos cines, el Cervantes y el Trajano.

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